Juan Miguel Ramírez Sánchez, candidato sustituto a la alcaldía de Celaya por Morena, aceptó que su vida corre peligro al participar en la campaña, pero que participará porque “dejó atrás el miedo”, porque ha vivido en carne propia las consecuencias de que este municipio esté dominado por el crimen organizado.
El candidato fue designado este martes, tras el asesinato de Gisela Gaytán el pasado 1 de abril durante un mitin en el inicio de su campaña.
Indicó que formaba parte del equipo de Gisela Gaytán, ya que era el encargado de elaborar el Plan de Gobierno, además de que su yerno fue asesinado en el mismo municipio, con lo que sus nietos quedaron huérfanos, por lo que, aseveró, que ha sido testigo directo de la violencia que azota a esa parte del país.
Narró que cuando se enteró del asesinato de Gaytán sintió, primero, “dolor, luego tristeza y rabia, “una incapacidad de no poder hacer nada, nunca creímos que pudiera pasar eso”.
El morenista apuntó que vivió de cerca la falta de justicia con el asesinato de su yerno.
Abundó que por esa razón, en 2018 buscó la nominación y con el asesinato de la candidata morenista decidió sustituirla, porque “ahora que, entre comillas, estoy libre, viejo y con pocas horas de clases, decidí luchar por Celaya y porque la paz regrese al municipio”.
Ramírez Sánchez informó que había propuesto arrancar su campaña en una de las comunidades más afectadas por la violencia, pero por recomendación de su equipo va a esperar a contar con protección federal.