El ataque de Irán a Israel inyectó mayor tensión en los mercados petroleros, que ya están en agitación debido a las tensiones regionales, pero los analistas subrayan que no está claro si un aumento duradero de los precios es inminente.
El bombardeo nocturno del sábado con aviones no tripulados y misiles fue el primer ataque directo de Irán contra territorio israelí.
Teherán dice que fue provocado por el ataque aéreo del 1 de abril contra el edificio de su consulado en la capital siria, del que se atribuyó ampliamente a Israel.
La misión iraní ante las Naciones Unidas advirtió sobre acciones “considerablemente más severas” si Israel “comete otro error”, planteando la posibilidad de una intensificación de la violencia en los próximos días.
Los precios del petróleo ya habían subido en el período previo al ataque iraní, y el crudo Brent del Mar del Norte de referencia cerró el viernes a 90,45 dólares por barril.
Se espera que los precios suban aún más cuando los mercados vuelvan a abrir este lunes, tal vez hasta 95 dólares por barril, aunque es demasiado pronto para decir si se mantendrán elevados, dijo el experto en petróleo kuwaití, Kamel al-Harami.
“El panorama no es claro sobre el futuro. No sabemos si Israel responderá y cómo, y si Irán también recurrirá a detener el suministro de petróleo como respuesta”, dijo.
La república islámica fue el séptimo productor de crudo del mundo en 2022, y se le considera como el tercero con mayores reservas probadas de petróleo detrás de Venezuela y Arabia Saudita, según la Administración de Información Energética de Estados Unidos.
Irán también tiene una variedad de formas de causar estragos en los mercados, incluida la interrupción del tráfico marítimo a través del Estrecho de Ormuz y presionar a países como Irak para que corten el suministro, dijo Harami.
“Hay varios escenarios… El temor es que Irán deje de exportar petróleo o ataque instalaciones petroleras”, dijo Harami.