Conquistada su vigésimo quinta victoria en el campeonato español, tras verse en dos momentos diferentes abajo en el marcador, Real Madrid salió triunfante en la edición del Clásico ante Barcelona por marcador de 3-2, que dejó al conjunto merengue con 81 puntos y el título de liga cada vez más cerca de sus vitrinas.
Aún con el esfuerzo desplegado por el conjunto blaugrana, que supo adelantarse en el marcador con el tanto de Andreas Christensen en apenas seis minutos de partido, el cuadro local nunca dejó ir el partido para igualar por primera ocasión el resultado parcial al minuto 18 por un penal cometido previamente sobre Lucas Vázquez u convertido por Vinícius Júnior.
Limitados en creación ofensiva durante el primer tiempo, Barcelona logró abrir nuevamente el encuentro para la parte final del mismo con el gol de Fermín López al 69’, tras un remate descompuesto de los visitantes que Andriy Lunin detuvo no sin dejar el esférico libre en área chica, para que el canterano culé empujara el balón sin rival alguno por delante.
Tal diferencia en el juego duró apenas cuatro minutos, cuando en una descolgada por banda izquierda Madrid concretó el empate por medio de Lucas Vázquez, que a nivel individual concluyó el juego con un gol, una asistencia y el penal provocado en los 45 minutos iniciales.
Ya cuando el partido apuntaba a una paridad final, Real Madrid género una última ofensiva por banda derecha con Vázquez como conductor para, mediante un servicio que pasó toda la banda rival, cayó en el pie de Bellingham, quien definió el 3-2 con un potente remate que dejó sin opciones al portero Marc-André ter Stegen.
Para el conjunto catalán y tras quedar limitados con 70 puntos en la segunda posición general, Barcelona también vivió su primera derrota ante el Madrid desde 1916, en un escenario que los había puesto en ventaja durante dos ocasiones diferentes. A nivel táctico, Xavi Hernández se convirtió en el segundo entrenador en 122 años con cuatro derrotas consecutivas en partidos oficiales en el clásico español.
A falta de seis fechas para finalizar el campeonato ibérico, al Real Madrid le bastan tres victorias para matemáticamente asegurar el título sin importar lo que haga el cuadro culé, con rivales asequibles como Real Sociedad, Cádiz, Alavés, Granada, Villarreal y Real Betis por delante.