Dispuesto a trabajar siempre que se le requiera con la Selección Mexicana en calidad de entrenador y después de varias experiencias positivas durante 2023 en dicho cargo, Enrique Che Reyes indica que el beisbol nacional ha dejado de ser un deporte de momentos y ahora se encuentra en una etapa de consolidación como nuevo referente de la pelota caliente.
Ya con éxitos tricolores como el Mundial Sub-18 en 2018 o las medallas de oro y bronce en los pasados Juegos Centroamericanos y del Caribe en San Salvador y los Panamericanos de Santiago en 2023, el también expelotero mexicano ve un presente y futuro prometedor de este deporte en el país, con buenos exponentes internacionales y un desarrollo de talento constante a nivel local.
“El beisbol ya no es una moda. México ya tiene tiempo que en eventos internacionales siempre es de los primeros. Si no se pelea el oro, se pelean las otras medallas y se han traído varias a casa. Y hemos jugado ante potencias mundiales para hablar que en los últimos 5-6 años el país ha estado en lo más alto”, indicó el experimentado mánager.
Asimilando dicho presente con el crecimiento que ha logrado la Liga Mexicana de Beisbol, Enrique advierte que han dejado de existir rivales fáciles y que hoy lo ubican con la responsabilidad de pelear con los Rieleros de Aguascalientes por el protagonismo en la Zona Norte de la LMB.
“Me he mantenido mucho tiempo en esto. Aunque me alejé de LMB por cuatro años, dirigí a la Selección varias veces durante estos años y siempre me mantuve activo, pero mi mayor motivación sigue siendo mi familia”, refiere el histórico técnico que comenzó la temporada 2024 como el séptimo estratega con más de mil triunfos en México.
Orgulloso de dirigir a México en las últimas participaciones de la novena en eventos del continente, Che Reyes no olvida la responsabilidad que significa el vestir los colores del país, aunque prefiere ver tal situación como una recompensa a lo hecho como formador de nuevos talentos. “Para mí dirigir a la Selección es lo máximo. Estoy al frente del equipo de mi país y siempre voy con la idea de dar lo mejor para mi gente. El beisbol me ha dado todo y no me queda más que regresarle algo de lo que he recibido”.
Ya con aquella exitosa primera fase al frente de Rieleros en 2012 un poco lejana, que le valió uno de sus tres premios al Mánager del Año, Reyes enfrenta actualmente su campaña 22 en un equipo en LMB bajo una misma motivación y la apuesta de convencer al jugador como la base para lograr los resultados en el campo. “Sabemos que hay cuatro o cinco equipos poderosos en la zona pero todos los demás tienen con qué pelearle a cualquiera de los equipos”.
Con una conexión especial en el territorio hidrocálido, donde finalizó su carrera como jugador y comenzó su trayectoria de mánager y directivo en 1998, Reyes apunta a regresar a Rieleros a un protagonismo del que se ha alejado en temporadas anteriores, con apenas dos postemporadas sin trascendencia en los últimos tres años.
“Los directivos saben que pelear un campeonato no es algo fácil. Solo dos llegan a la final y uno es campeón, pero la encomienda principal es jugar al 100 por ciento cada juego y Dios dirá el resultado”, agregó.