El optimismo de Movimiento Ciudadano y de su candidato presidencial, Jorge Álvarez Máynez, se fundamenta en encuestas propias que el partido naranja ha levantado en los últimos días y que, de acuerdo con los resultados, podría dejarles un porcentaje de votación de entre 10 y 12 puntos porcentuales, lo doble de lo que indican las 46 encuestas públicas que le conceden una intención del voto de entre el 3 y 6 por ciento.

 

Esa es la razón por la que ni Álvarez Máynez ni el propio Dante Delgado declinarán a favor de Xóchitl Gálvez.

 

A pesar de que el presidente del PRI, Alejandro Moreno, ofreció dejar la dirigencia del tricolor y renunciar a su candidatura a senador, como pidió el candidato presidencial naranja como condición para declinar por Gálvez, Álvarez Máynez dijo que no lo hará.

 

En todo caso, aseguró, que renuncie Moreno, que la presidenta del PRI sea Beatriz Paredes y luego entonces podría sentarse a negociar, pero para que los tricolores y los panistas se sumaran a la candidatura naranja.

 

Eso evidentemente tampoco pasará.

 

El tema, como lo dijo Luis Donaldo Colosio, no es ya mirar por el futuro del partido o por los porcentajes de votación que determinarán cuántos lugares en el Congreso tendrás, sino el futuro del país.

 

Colosio y Moreno coinciden en la visión de que la oposición unificada tendría mayores probabilidades de ganar por una ventaja que no dejará lugar a interpretaciones ni a reclamos del partido oficial.

 

En esencia, lo que se busca es evitar que, ante una eventual derrota de Morena, ya sea en los estados, la Presidencia o en la lucha por el Congreso, se promuevan juicios que enturbien el proceso.

 

Álvarez Máynez sabe que no ganará; su consuelo es decir que “ya rebasó al segundo lugar’’, algo que seguramente ni él lo cree; puede ser que sí, pero algunos municipios donde domina el MC, pero a nivel nacional, está muy pero muy lejos de suceder.

 

Al final, la historia pondrá en el papel que le corresponde a cada actor político.

 

El MC le apuesta a ser el partido bisagra el próximo sexenio, con el número suficiente de lugares en el Congreso para convertirse en el fiel de la balanza, es su apuesta.

 

Si la pierde, quizá ya no tenga oportunidad de competir como en esta elección.

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La propuesta para que el candidato emecista decline a favor de Gálvez fue interpretada por Claudia Sheinbaum como “el reconocimiento de que ya perdieron’’.

 

Sheinbaum ha caído en una especie de soberbia que no la engrandece; primero al decir que las elecciones “es mero trámite’’, porque ella ya ganó y ahora utiliza una propuesta como imagen de una derrota que no ha sucedido.

 

Si la ventaja que tiene es taaannn amplia como dicen sus voceros, mal no le haría un poco de humildad.

 

Pero, como se ve la operación que están haciendo los gobernadores, los funcionarios federales, comenzando por el Presidente, para cooptar votos, pareciera que la diferencia, al final de cuentas, no es lo que dicen sus encuestas.

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Ayer se dio a conocer el video del supuesto atentado en contra de Alessandra Rojo de la Vega, candidata de la oposición a la alcaldía de Cuauhtémoc, y por lo visto no fue atentado.

 

Quizá aviso, mensaje, pero atentado, no lo parece.

 

De todas formas, falta el peritaje de la Fiscalía, que será el que determine qué fue lo que realmente sucedió.

 

   @adriantrejo