Sentadas una junto a la otra, tras un visor anticuado, dos hermanas repasan la película 35 milímetros en blanco y negro, susurrándose comentarios sobre las imágenes capturadas por su padre, el único camarógrafo en la playa de Omaha en el Día D.
En las fotografías tomadas el 6 de junio de 1944 en el norte de Francia, un grupo de soldados estadounidenses avanza en la costa. Uno cae al suelo, víctima de las balas alemanas. Aunque sufrió una herida en el brazo izquierdo, el sargento Richard Taylor siguió filmando.
Previo al 80º aniversario del desembarco aliado en la playa de Normandía, las hijas de Taylor trabajan arduamente para honrar su memoria, una de las muchas pérdidas en el basurero de la historia.
Jennifer Taylor-Rossel, de 66 años, y Patricia Spae, de 65, ingresan a una habitación oscura en los Archivos Nacionales en las afueras de Washington para ver la película, invitadas por el documentalista francés Dominique Forget.
En junio, Taylor-Rossel estará en Normandía para seguir los pasos de su padre en esa batalla histórica. “Va a ser emocionante”, dice Spae.
Ella intenta contener las lágrimas. “Lo que vio” susurra, antes de detenerse en una pausa forzada por la emoción.
La memoria colectiva del Día D a menudo se resume en el trabajo de Robert Capa: 11 fotografías indelebles pero borrosas del desembarco aliado en la playa de Omaha que se han vuelto legendarias.
Pero, bajo el fuego alemán, Taylor y sus compañeros también documentaron la historia.
Su unidad estaba destinada a filmar los desembarcos, pero él fue el único que pudo traer de vuelta a casa imágenes de las tropas ese día en Colleville-sur-Mer.
Sus carretes, como millones de otros documentos militares de la Primera y Segunda Guerra Mundial, se guardan en las enormes instalaciones de cemento de los Archivos Nacionales en College Park, Maryland.
“Ellos fueron los que entraron, los que arriesgaron sus vidas. Entraron y filmaron y continuaron filmando cuando les dispararon”, dijo Taylor-Rossel, admitiendo que su padre estaba “un poco resentido” por el aura que rodea la obra de Capa.
“Creo que es hora de que estos fotógrafos obtengan el reconocimiento que tanto merecen”. Taylor-Rossel ha investigado los recuerdos y pertenencias de su padre durante décadas. Él murió en 2002 a los 95 años.
En la entrevista mostró una boina alemana con una esvástica. La encontró en un bolsillo interior del uniforme de su padre, que tenía un parche en la manga que decía: “Fotógrafo oficial del Ejército estadounidense”.
Taylor había trabajado como fotógrafo en Nueva York. Se alistó en diciembre de 1942 e insistió en que lo enviaran al frente como fotógrafo de combate.
Tras resultar herido durante el Día D, regresó al campo de batalla para documentar el avance de las fuerzas aliadas en Alemania, un viaje que detalló en unas 200 cartas enviadas a su familia.
Página tras página, Taylor-Rossel llegó a conocer, póstumamente, a su padre, a quien recordaba como “duro” y “difícil de amar”.
DÍA MEMORABLE
- Los registros servirán para un documental televisivo de dos partes realizado por Forget.
- Históricamente, se utiliza el término Día D para referirse al 6 de junio de 1944 en la Segunda Guerra Mundial
- La denominada Operación Overlord consistía en llevar a cabo un gran desembarco en las playas de Normandía
- La estrategia tenía como objetivo abrir un nuevo frente en la Europa Occidental y reducir el dominio alemán