Un informe del Senado estadounidense acusó ayer a los fabricantes alemanes BMW y Volkswagen, al
británico Jaguar Land Rover y al sueco Volvo, de haber importado a Estados Unidos vehículos con piezas que podrían provenir del trabajo forzado de la minoría uigur en China.
En el marco de la ley sobre trabajo forzado de los uigures (UFLPA), que entró en vigor en 2021, Estados Unidos prohíbe la importación de productos cuya cadena de suministros esté en parte ligada al trabajo
forzado de esta minoría musulmana en China. Pero los fabricantes contenidos en este informe son acusado de haber integrado piezas fabricadas por un proveedor inscripto en una lista negra.
El informe señala que BMW produjo e importó vehículos con partes “presuntamente fabricadas mediante trabajo forzado”, mientras Jaguar Land Rover importó partes en igual situación.
VW construyó vehículos para el mercado estadounidense con estos componentes también, y mantiene relaciones “de negocios” con proveedores de la región china de Xinjiang, indica el informe.
Pekín ha sido acusado de encarcelar a alrededor de un millón de uigures y miembros de otras minorías musulmanas en instalaciones en Xinjiang, aunque sus autoridades lo niegan.
BMW es particularmente señalado, acusado de haber importado miles de vehículos con conocimiento de causa, entre ellos más de 8 mil Mini Cooper, tras lo cual se detuvo solo por la presión del comité del Senado, señala el texto.
“Volkswagen toma muy seriamente las acusaciones de violaciones a los derechos humanos y está determinado a impedir todo uso de trabajo forzado en nuestra cadena de suministro”, declaró un portavoz del grupo alemán.
“Actuamos rápidamente y de forma responsable para reemplazar la pieza (proveniente del proveedor
prohibido) y respetar la UFLPA”, añadió.