Maestros y normalistas marcharon ayer en Morelia, donde a partir de hoy instalan un plantó indefinido para exigir la liberación de los estudiantes aún detenidos tras el operativo del lunes

 

La marcha de profesores, normalistas michoacanos y de otras entidades, universitarios y organizaciones populares desquició por más de cinco horas la capital del estado. A partir de hoy los inconformes se instalan en plantón indefinido en el Centro Histórico de Morelia.

 

 

Las concentraciones iniciaron desde las 10 de la mañana en la salida a Salamanca, la Casa de Gobierno, Plaza Morelos y Tres Puentes. Tras varias horas unos 14 mil manifestantes –según cifras oficiales- lograron llegar al centro de Morelia esquivando los retenes policiacos en las carreteras. Las pintas en los edificios demandaban la renuncia del gobernador Fausto Vallejo.

 

Juan José Ortega, dirigente de la sección 18 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), dijo a 24 HORAS que a partir de hoy establecerán un plantón frente a las oficinas de gobierno, persistirán los bloqueos y podrían organizar una marcha nacional para la siguiente semana si no son liberados los 107 normalistas que hasta la tarde de ayer permanecían detenidos tras el operativo del lunes pasado.

 

 

Debido a las movilizaciones de los profesores de la CNTE están suspendidas las clases en 80% de las escuelas primarias del estado, pero la cifra podría aumentar debido a que maestros de otros estados se están trasladando hacia a Michoacán.

 

Esto, luego de que en la madrugada del lunes pasado agentes de las policías Federal y estatal ingresaron a las normales rurales de Tiripetío, Cherán y Arteaga para recuperar los 82 camiones secuestrados por los estudiantes desde el 4 de octubre pasado, como medida de presión para evitar la entrada en vigor de la reforma curricular.

 

SE EXTIENDE EL CONFLICTO

 

 

Las protestas se extendieron ayer a otras partes de la República Mexicana. Representantes de las escuelas normales del Valle Central de Oaxaca e integrantes de la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) en esa entidad secuestraron más de 15 unidades del transporte público.

 

En la misma entidad, alrededor de 600 alumnos de la Coordinadora Estudiantil de Escuelas Normales se sumaron a las protestas, y mantienen cerrado el Instituto Estatal de Educación Pública.

 

En el DF, los dirigentes juveniles Araceli Vargas, secretaria general de la Juventud del PRD y Edgar Guevara, coordinador de Generación Progresista encabezaron una protesta a las afueras de las oficinas de la representación del estado de Michoacán y pidieron la destitución inmediata del secretario de Seguridad Estatal, Elías Álvarez.

 

Por su parte, el Comité Jurídico y de Derechos Humanos #YoSoy132 exigió a las autoridades estatales y federales la lista de los detenidos después de los operativos. A través de un comunicado denunció que hay 440 jóvenes y familiares golpeados y detenidos, de quienes se desconoce el paradero.

 

Por la tarde, integrantes del mismo movimiento bloquearon ambos sentidos de avenida Insurgentes, a la altura del World Trade Center, en apoyo a los normalistas de Michoacán.

 

En Tlaxcala las 300 estudiantes de la escuela normal rural de Panotla, tomaron el plantel al asegurar que los estudiantes tienen derecho a manifestarse en contra de las reformas con las que no están de acuerdo.

 

SIGUE SUSPENDIDO EL SERVICIO DE AUTOBUSES

 

 

Debido a la falta de garantías de seguridad para los vehículos y los viajeros, ayer continuaron suspendidas las corridas de seis líneas de autobuses que viajan a Uruapan, Apatzingán, Lázaro Cárdenas, Pátzcuaro e Ixtapa. Se estima que entre 800 y 900 corridas diarias están suspendidas hasta nuevo aviso.

 

Jesús Mendoza, director jurídico de Destinos Parhikuni, explicó que el lunes pasado fueron secuestrados cinco camiones de la empresa Puréhpecha e incendiaron uno de Autovía, por lo que no hay viajes hacia la zona sur-oriente del estado.

 

En total 16 unidades han sido incendiadas, lo que significa pérdidas por 18 millones de pesos, más un millón de pesos diarios que las empresas dejan de percibir por la suspensión de los viajes.