En la Ciudad de México existen cerca de 300 templos, parroquias e iglesias con daños estructurales debido a los sismos, incendios o el paso del tiempo, informó el jefe de Gobierno, Martí Batres.
Ante este censo, los gobiernos federal y capitalino realizaron una labor conjunta para ir en busca de su rescate mediante trabajos de reconstrucción, reparación y saneamiento, ya que representan espacio de gran importancia para la población y las autoridades deben garantizar su seguridad, afirmó.
Durante un recorrido por las obras realizadas en dos templos de la Ciudad de México, dañados tras el sismo de 2017, las cuales han sido ejecutadas en coordinación con el Gobierno federal y el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para rescatar, restaurar y preservar el patrimonio histórico, cultural y religioso de México, Martí Batres explicó que esta sinergia entre autoridades ha sido fundamental para sacar adelante estas acciones.
“Aquí en la Ciudad de México, se han venido restaurando o reconstruyendo, más o menos, casi 300. (…) Se han estado restaurando templos y parroquias en Álvaro Obregón, Azcapotzalco, Benito Juárez, Coyoacán, Cuajimalpa, Gustavo A. Madero, Iztacalco, Iztapalapa, Miguel Hidalgo, Milpa Alta, Tlalpan y Xochimilco, que es la alcaldía donde más restauraciones y reconstrucciones se han venido realizando”, señaló.
El director general de Obras Públicas de la Secretaría de Obras y Servicios, Juan Carlos Fuentes Orrala, comentó que el Gobierno de la Ciudad de México participó en la intervención de 45 templos y capillas en 12 alcaldías de la Ciudad de México.
“Se retiró flora parásita, se hicieron liberaciones de recubrimiento, liberación de grietas, consolidación, cocido e inyecciones de grietas, en muros, cubiertas, reintegración de aplanados, aplicación de pintura a la cal y aplicación de impermeabilizante. Todo ello de la mano, como siempre, del Instituto Nacional de Antropología e Historia”, detalló.
El sacerdote del Templo de la Santa Veracruz, Juan Carlos Guerrero, destacó que la intervención en los recintos del Centro Histórico contribuye a la recuperación del patrimonio histórico.
“No solamente hace falta recuperar el monumento en cuanto a su estructura, en cuanto a sus detalles y bienes inmuebles, sino también hay que recuperar e integrar a la comunidad, porque es ahí donde se genera la sinergia que permite que estos bienes se conserven, cuando la comunidad los siente suyos”, puntualizó .