Un grupo de alrededor de 150 migrantes que acampan a lo largo del río Bravo acusaron a elementos de la Guardia Nacional de Texas por agredirlos con balas de goma y gas pimienta mientras dormían.
Los migrantes, quienes se ubican en Ciudad Juárez, México, mencionaron que los agentes texanos descienden hasta el río, y disparan a los migrantes con armas de proyectiles no letales para ahuyentarlos, incluso después de que las personas se retiren al lado mexicano, según los denunciantes.
Las víctimas también declararon recibir constantes agresiones verbales, así como el uso de rayos láser, los cuales son dirigidos a los ojos.
Estas acciones de las autoridades texanas persisten a pesar de que el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador reveló que el gobernador texano, adoptó una postura más amable ante las migraciones.
Esta serie de ataques ocurre en un momento en que los operativos para frenar la migración aumentan tanto en EU como en el territorio mexicano.