El presidente de China, Xi Jinping, pidió ayer durante un encuentro con dirigentes árabes en Pekín la celebración de una conferencia de paz para resolver el conflicto entre Israel y el movimiento islamista palestino Hamás.
“Oriente Medio es una tierra dotada de amplias posibilidades de desarrollo, pero la guerra la está arrasando”, dijo Xi en este foro al que asistieron el presidente egipcio y otros líderes árabes.
“La guerra no debe continuar indefinidamente. La justicia no tiene que estar ausente para siempre”, agregó el mandatario chino.
Su comentario se dio después de que el ejército israelí declarara el miércoles que había logrado el “control operativo” del estratégico corredor Filadelfia en la frontera entre la Franja de Gaza y Egipto.
China ha defendido por décadas una solución de dos Estados para el conflicto israelo-palestino.
Al respecto, Xi sostuvo que su país “respalda la plena integración de Palestina en la ONU, y apoya una conferencia internacional de paz con una amplia base, autorizada y eficaz”.
En una reunión posterior, con el presidente egipcioi, Xi se dijo “profundamente apenado” por la situación “extremadamente grave” en la Franja de Gaza.
“La máxima prioridad ahora es un alto el fuego inmediato, para evitar que se extienda el conflicto e impacte en la paz y la estabilidad regionales, y (…) eludir una crisis humanitaria más grave”, afirmó el líder chino.
Xi se mostró dispuesto a trabajar con Egipto, que ha actuado como mediador por una tregua junto a Catar y Estados Unidos, para seguir ayudando al pueblo de Gaza “y presionar por una solución de la cuestión palestina rápida, integral, justa y duradera”.
En los últimos años, China ha intentado mejorar sus vínculos y su influencia en el mundo árabe, como demuestra el acuerdo forjado el año pasado para el acercamiento entre las dos grandes potencias rivales regionales, Irán y Arabia Saudita. / AFP
Los analistas consideran que Pekín quiere usar la guerra en Gaza para aumentar su influencia en la región y contraponer sus esfuerzos para forjar la paz con una supuesta inacción de Estados Unidos.