¿Y por qué Napillo aún no está en la cárcel? No, no pregunto por las denuncias que interpusieron más de 11 mil mineros por el robo de mil millones de pesos, sino por los 65 compañeros muertos en Pasta de Conchos.

Han pasado 18 años de aquel fatal accidente, que nunca debió suceder; y hasta ahora Napoleón Gómez Urrutia no ha respondido por qué esos mineros no tenían equipo de protección personal, por qué trabajaban en la informalidad, por qué no había registro de ellos y por qué seguía la mina en operación si existían reportes y denuncias de los propios  trabajadores  por falta de condiciones para laborar.

La respuesta es sencilla y es la misma desde hace 22 años, tiempo en que tomó en su poder el Sindicato Minero: la vida y seguridad de los trabajadores simplemente le valen. La organización que heredó de su padre es un auténtico negocio familiar que se ha enfocado a recabar millones de pesos y de dólares aún poniendo en riesgo vidas humanas.

Napillo tiene el récord de más huelgas estalladas, pero prácticamente ninguna ha sido para demandar mejores condiciones de seguridad e higiene para los compañeros, más bien, todas las huelgas en el fondo han sido o para presionar al gobierno para que no lo encarcelen o para extorsionar a las empresas y exigirles millones de pesos para levantar el paro.

Últimamente se ha colado en minas en donde no tiene relación laboral y ha mandado a un grupo de vivales golpeador a engañar a los mineros y convencerlos de estallar en huelga para exigir el pago del 10 por ciento de las utilidades como lo marca la Constitución, señalando a las empresas de tranzas, de incumplidas y de enemigas de los trabajadores, pero lo que no dicen estos estafadores es que fue el mismo Napillo quien modificó la ley laboral para que las utilidades se limitaran y toparan.

Bajo este contexto, también resulta claro saber por qué Gómez Urrutia nunca estalló  una huelga en Pasta de Conchos. ¿Por qué no movió un dedo? ¿Por qué ignoró los reportes y no se realizaron inspecciones?  y, finalmente, ¿por qué salió huyendo a Canadá a menos de 48 horas de la explosión?

Para los que aún no lo sepan, y hoy cínicamente sea el abanderado de la 4T contra la tercerización del empleo, Napillo fue el primero en instaurar en el sector minero la informalidad, él recibía y todavía lo hace en algunas minas, millones de pesos anuales por parte de las empresas a cambio de que los trabajadores no contaran con seguridad social, de que las familias no estuvieran registradas ni en el IMSS ni en el Infonavit y de que expusieron sus vidas hasta perderlas.

Para él, la prioridad es el dinero, no hay más, es el que cobra la cuota sindical más cara y tal como pasó en Pasta de Conchos, la queja es la misma, Napillo ni de chiste se para en una mina, los trabajadores no lo conocen, nunca lo han visto, pero eso sí todos los de su sindicato le pagan tributó, porque mañosamente, el imitador de minero, aprovechó su cargo como senador e instauró la obligatoriedad de las cuotas sindicales, esto es, sí o sí se la pagan.

Hace unos días, se logró el rescate de algunos restos de los compañeros de Pasta de Conchos, hecho que celebramos y extendemos, como siempre, nuestra solidaridad con las familias de los mineros caídos; sin embargo, reiteramos, en el sector obrero no descansaremos aunque otros prefieran encubrir delincuentes, nosotros seguiremos denunciando que Napoleón Gómez Urrutia fue uno de los responsables directos de esa tragedia y debe estar en la cárcel.

 

       @CarlosPavonC