La designación de los seis primeros integrantes del futuro gabinete de Claudia Sheinbaum fueron bien tomados incluso por opositores y el tipo de cambio en donde el peso se apreció 0.89 centavos.
El único nombramiento que quizá no estuvo a la altura de las expectativas generadas fue el de la exfiscal de la CDMX, Ernestina Godoy, como consejera Jurídica de la Presidencia.
Lo de Marcelo Ebrard en Economía y Juan Ramón de la Fuente en Relaciones Exteriores era una bola cantada.
Ebrard de hecho fungió como secretario de Economía con López Obrador, cuando fue el encargado de negociar con el gobierno de Donald Trump las condiciones para evitar que el presidente de Estados Unidos impusiera aranceles a las exportaciones mexicanas.
También fue el encargado de la compra de las vacunas contra el Covid y las famosas pipas de Pemex, al inicio del sexenio, cuando se produjo una escasez de gasolina porque el gobierno ordenó cerrar las válvulas que alimentaban los depósitos dizque para “combatir el huachicol’’.
Nadie sabe de las pipas y el huachicol está peor que nunca.
De la Fuente obtiene un cargo al que aspiró durante esta administración.
Cuando Ebrard renunció a la Cancillería para competir por la candidatura presidencial, De la Fuente pensaba que sería el sustituto “natural’’, pero no fue así.
Renunció como embajador de México ante las Naciones Unidas para sumarse, meses después, a la campaña de Sheinbaum en la que desempeñó un destacado papel como organizador de los foros temáticos y después como responsable de la transición.
Muy bien recibido fue el nombramiento de Rosaura Ruiz Gutiérrez como titular de la nueva Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación.
Sus credenciales son incuestionables; solo se espera de ella que limpie el cochinero que le dejará María Elena Álvarez-Buylla, que pasará a la historia por su frase sobre la “ciencia neoliberal’’.
El nombramiento de Alicia Bárcena como secretaria del Medio Ambiente fue tomado por un acierto y con alivio, pues se temía que Sheinbaum quisiera premiar al Verde Ecologista cediéndole esa posición.
Los seis del gabinete envían un mensaje de mesura pues, a diferencia de López Obrador, se notó el esfuerzo por colocar a especialistas y no a incondicionales (la prueba es Ebrard) en el primer equipo.
Pero son solo los seis primeros.
Veremos cómo le va al país con la alineación completa.
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El que no la ve llegar es el todavía presidente del PRI en Morelos, Jonathan Efrén Márquez Godínez, quien no solo perdió todo el 2 de junio y ahora está acusado por los presuntos delitos de abuso de autoridad, ejercicio ilícito de funciones y fraude procesal.
La denuncia en contra del dirigente tricolor fue presentada el 13 de junio pasado ante la Fiscalía contra la Corrupción, en Cuernavaca, y se suma a un litigio laboral que ya perdió y que se niega a pagar.
Un trabajador del partido presentó una denuncia ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje por despido injustificado, ¡en el 2018!
La Junta le dio la razón al trabajador y emitió un laudo para que Márquez Godínez pagara; incluso ordenó el congelamiento de tres cuentas del partido para obligarlo a pagar.
Pero no lo hizo, y, por el contrario, cambió por lo menos dos veces en el último bimestre, de banco las cuentas tricolores.
El dirigente fue también denunciado por violencia de género porque fue a amenazar a la presidenta de la Junta Especial IV de la de Conciliación y Arbitraje, Jannete Avilés Cruz, con hacer que la despidieran si no descongelaba las cuentas del partido.
Ajá.
@adriantrejo