DESENCANTO. La presión interna sobre Netanyahu, manifestada en las protestas del fin de semana en Tel Aviv, refleja un creciente descontento público con la gestión del conflicto en la Franja de Gaza.
Foto: AFP | DESENCANTO. La presión interna sobre Netanyahu, manifestada en las protestas del fin de semana en Tel Aviv, refleja un creciente descontento público con la gestión del conflicto en la Franja de Gaza.  

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó ayer que la fase intensa del combate contra los milicianos del movimiento islamista Hamás en la ciudad de Rafah, en el sur de Gaza, está a punto de terminar.

Los bombardeos israelíes continúan en Gaza tras más de ocho meses, mientras que el ministro de Defensa de Israel, Yoav Gallant, llegó a Estados Unidos para entablar negociaciones “cruciales” sobre el conflicto, en un momento de crispación entre la Casa Blanca y Tel Aviv.

Netanyahu anunció en una entrevista con la cadena israelí Canal 14 que “la fase intensa de los combates contra Hamás está a punto de terminar. Esto no significa que la guerra esté a punto de terminar, pero la fase intensa de la guerra está a punto de terminar en Rafah“, afirmó.

El gobierno israelí enfrenta una creciente presión por las protestas contra la gestión del conflicto, que el sábado movilizaron a decenas de miles de personas.

Netanyahu instó a Estados Unidos a acelerar el proceso de desbloqueo de envío de armas y municiones, después de criticar el retraso del suministro en los últimos meses. También aseguró a su gabinete que el “desacuerdo” con Washington, que critica el elevado número de civiles palestinos muertos en Gaza, será zanjado próximamente.

“A la luz de lo que he oído en estos últimos días, espero y creo que esta cuestión será resuelta en un futuro cercano”, afirmó.

En este contexto, el ministro de Defensa viajó a Washington para “abordar los acontecimientos en Gaza y Líbano”.

“Nuestros vínculos con Estados Unidos son más importantes que nunca. Nuestros encuentros con los altos cargos estadounidenses son cruciales para la guerra”, afirmó Gallant en un comunicado.

El frente norte de Israel, con Líbano, registra una escalada de violencia entre el ejército israelí y Hezbolá, aliado de Hamás, un recrudecimiento que hace temer una expansión del conflicto.

El movimiento proiraní dijo que había atacado con drones armados dos posiciones militares en el norte de Israel, en respuesta a la muerte del jefe de un grupo islamista aliado.