El cabaret Moulin Rouge de París, cuyas emblemáticas aspas de molino se desplomaron en abril, recibió unas nuevas ayer, diez días antes de que la antorcha olímpica pase por el lugar.
El club nocturno, una de las atracciones turísticas más visitadas de la capital francesa, planea instalar cuatro nuevas aspas temporales una por una, a tiempo para una ceremonia especial el 5 de julio.
Estos objetos de aluminio y acero rojo llegaron en camión a primera hora de la mañana del lunes al Moulin Rouge, ubicado en el distrito de Pigalle, en el norte de París, al pie de la colina de Montmartre.
La primera aspa fue colocada con la ayuda de una grúa, bajo la mirada de vecinos curiosos y complacidos.
Durante los próximos cuatro días, las otras tres aspas serán subidas a la fachada antes de ser fijadas en su lugar correspondiente, para luego conectar los cables eléctricos.
Según fuentes del Moulin Rouge, se necesitarán otros cuatro días para retirar la lona y el andamio que tapaban el edificio del molino desde que las aspas se estrellaron en la calle durante la noche del 25 de abril.
Las primeras tres letras en la fachada del cabaret –M, O y U– también se cayeron.
Nadie resultó herido en el incidente, cuyas causas aún no se han aclarado, aunque la dirección descartó un acto malintencionado.
El renombrado cabaret siguió abierto al público a pesar del percance.
Las aspas son sólo provisionales y no girarán, pero permiten que el emblemático lugar luzca de acuerdo a su imagen, durante los Juegos Olímpicos.
“La antorcha olímpica debe pasar por el Moulin Rouge el 15 de julio, por lo que es muy importante para nosotros estar listos para entonces”, dijo Virginie Clerico, gerente del mítico lugar.
El 5 de julio, para celebrar la llegada de las nuevas aspas, el Moulin Rouge ha prometido un “espectáculo de sonido y luz al aire libre, con una veintena de artistas bailando el cancán francés” en la calle, indicó.
El Moulin Rouge abrió sus puertas en 1889 y fue en sus inicios un lugar de encuentro de artistas y bohemios. El artista Henri de Toulouse-Lautrec inmortalizó su fachada y sus cabareteras.