TENSIÓN. Las autoridades rusas enfrentan el desafío de mantener la seguridad en regiones como Daguestán y Chechenia, lugares de movimientos separatistas. Las autoridades rusas enfrentan el desafío de mantener la seguridad en regiones como Daguestán y Chechenia, lugares de movimientos separatistas
Foto: AFP | TENSIÓN. Las autoridades rusas enfrentan el desafío de mantener la seguridad en regiones como Daguestán y Chechenia, lugares de movimientos separatistas  

Rusia anunció el fin de los enfrentamientos armados en Daguestán, en el Cáucaso, donde los ataques del día anterior contra iglesias ortodoxas y sinagogas dejaron 20 muertos y decenas de heridos, según informó el Comité Antiterrorista ruso.

Cinco asaltantes fueron “abatidos”, aunque no se sabe si algunos lograron escapar. Las motivaciones e identidades de los atacantes aún no han sido reveladas.

Daguestán, ubicado sobre la cordillera del Cáucaso, es una región montañosa y culturalmente diversa, habitada por varias etnias y grupos lingüísticos. Esta diversidad puede ser un factor de tensiones étnicas y territoriales que propician conflictos.

Los ataques ocurrieron en Derbent, una ciudad costera, y en Majachkalá, la capital de Daguestán, una región de mayoría musulmana contigua a Chechenia y fronteriza con Georgia y Azerbaiyán.

En los años 2000, Daguestán fue escenario de una insurgencia islamista, reprimida por las fuerzas rusas tras la segunda guerra de Chechenia, lo que marcó su situación actual.

Históricamente, Daguestán y Chechenia, repúblicas pertenecientes a Rusia, han tenido relaciones complejas, compartiendo frontera y enfrentándose a movimientos separatistas que buscan la independencia, generando conflictos prolongados.

El Ministerio de Salud regional reportó 20 muertos y 26 heridos por los ataques, en un comunicado el día de ayer. El Comité de Investigación ruso abrió una investigación por “actos terroristas”, destacando que entre los fallecidos había 15 agentes de seguridad.

Los objetivos de los atacantes fueron dos iglesias ortodoxas, dos sinagogas y un puesto de control policial. La Iglesia ortodoxa rusa informó que su arcipreste Nikolai Kotelnikov fue “brutalmente asesinado” en la iglesia de Derbent. El gran rabino de Rusia, Berl Lazar, denunció un “crimen espantoso”, con el objetivo de “matar al mayor número posible de inocentes”.

Estos ataques se producen tres meses después del atentado en el Crocus City Hall, en las afueras de Moscú, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI). La situación en Ucrania y las relaciones internacionales de Rusia podrían impactar la seguridad en Daguestán y el Cáucaso, facilitando movimientos que aprovechen la situación geopolítica para sus intereses.