El huracán Beryl sacudió la costa sur de Jamaica con peligrosos vientos y marejadas tras causar al menos siete muertos y daños considerables en la zona sureste del Caribe antes de avanzar hacia la Península de Yucatán, en el sureste de México.
El ojo del huracán, de categoría 4, la segunda más alta de la escala, tocó la costa de Jamaica. También se teme que se acerque en las primeras horas del día de hoy o incluso toque tierra en las islas Caimán, según informó el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.
Los jamaicanos se apresuraron a comprar alimentos, agua, gasolina y otros artículos de primera necesidad. En los puertos algunos habitantes sacaron barcos del agua y los ataron a vallas.
El primer ministro jamaicano, Andrew Holness, declaró un toque de queda en la isla entre las 6:00 y las 18:00 horas e instó a los ciudadanos a respetar las órdenes de evacuación.
“Si vive en una zona baja, le imploro que evacúe a un refugio, o a un terreno más seguro”, externó en un video publicado en redes sociales.
Por su parte, el primer ministro de Granada, Dickon Mitchell, declaró que la isla de Carriacou ha quedado casi aislada, con casas, telecomunicaciones e instalaciones de combustible arrasadas tras el paso del huracán. Imágenes muestran las casas destruidas, algunas de pie, pero sin tejados; árboles y caminos también destrozados por los vientos.
El huracán ha dejado al menos siete muertos a su paso con tres fallecidos en Granada, donde la tormenta tocó tierra el lunes; uno en San Vicente y las Granadinas y tres en Venezuela, según las autoridades locales.