Instantes después de quedar eliminados ante el conjunto cafetero, seleccionados de Uruguay entre los que se percibe al delantero Darwin Núñez, ingresaron a las gradas del estadio Bank of America de Carolina para enfrentarse a aficionados rivales, tras verse superados en el terreno de juego y dejarle al equipo colombiano el pase a la final de Copa América para medirse el domingo ante Argentina en Miami, Florida.
Sin ningún pronunciamiento oficial de la Confederación Sudamericana de Futbol o de la misma Federación Uruguaya de Futbol (al cierre de esta edición), elementos como Darwin Núñez y Ronald Araújo son los que se alcanzan a percibir entre otros elementos que ingresaron a las gradas para protagonizar la gresca.
Aunque las imágenes oficiales concluyeron la transmisión con muestras de afecto entre elementos de Uruguay y Colombia como el propio Núñez con Luis Díaz con quién comparte equipo en Inglaterra, el defensa uruguayo José Giménez fue de los pocos en alzar la voz tras dichos altercados en los que culpó a la afición colombiana de agredir a familiares de los celestes.
“Nuestra familia corrió peligro y tuvimos que meternos para sacar a nuestros seres queridos con bebés. Es un desastre todo. No había ni un solo policía. Solo nosotros dimos la cara por los nuestros”, apuntó.
Tras un partido de emociones limitadas y que apenas condujeron a seis remates totales con dirección a portería entre ambos cuadros, un gol de Jefferson Lerma a balón parado durante el minuto 39, terminó por clasificar al combinado de Néstor Lorenzo a la tercera final del combinado colombiano, que este 14 de julio peleará por su segundo título continental en una final inédita para el torneo de Conmebol ante la Albiceleste.
Sin mucha capacidad de reacción para los Charrúas, los dirigidos por Marcelo Bielsa apenas lograron dos remates al arco de Camilo Vargas, aún pese a jugar prácticamente todo el segundo tiempo con un elemento más de campo, ante la expulsión del defensor, Daniel Muñoz, por una agresión contra un elemento uruguayo que ya calentaba los ánimos en los que finalizaría el cotejo.