Inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuraron temporalmente la estatua de Poseidón
Foto: Profepa | La estructura, colocada por el Ayuntamiento de Progreso, se encuentra a 25 metros mar adentro de la línea de costa  

Inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuraron temporalmente la estatua de Poseidón instalada en la playa conocida como el Playón, en el puerto de Progreso, en Yucatán.

La medida se tomó debido a la falta de autorización de impacto ambiental emitida por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

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La estructura, colocada por el Ayuntamiento de Progreso de Castro frente al Malecón Internacional de Progreso, se encuentra a 25 metros mar adentro de la línea de costa.

Esta acción ha generado preocupaciones sobre posibles efectos negativos en el ecosistema marino local.

La Profepa continuará con el procedimiento administrativo correspondiente para determinar las acciones legales y ambientales necesarias, incluyendo plazos estimados y posibles sanciones para el Ayuntamiento de Progreso.

La escultura de tres metros de Poseidón apareció sorpresivamente a finales de mayo en el malecón de Progreso, sin previo aviso por parte del ayuntamiento.

Tanto turistas como residentes se vieron sorprendidos por su presencia, ya que no había información oficial sobre su instalación.

Posteriormente, el municipio, dirigido por Julián Zacarías Curi, explicó que la escultura formaba parte de un programa para fomentar el turismo, que incluía también la inauguración de una cancha de básquetbol y un skatepark.

Durante el paso de la tormenta tropical Beryl, la escultura de Poseidón generó teorías insólitas y cierta molestia entre los pobladores locales que preferían a un dios maya que uno griego.

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A través de redes sociales, algunos han señalado, entre bromas e incertidumbre, que la presencia del dios griego podría estar relacionada con el fenómeno meteorológico.

Los comentarios sugieren que la figura de Poseidón habría provocado la ira de Chaac, el dios maya del agua y la lluvia, desencadenando así la tormenta tropical «Beryl», la más reciente en la zona durante esta temporada.

Esta teoría ha ganado popularidad, causando revuelo tanto en redes sociales como entre los residentes locales, algunos de los cuales se han mostrado molestos por la instalación de la escultura y han pedido su retirada.

Sin embargo, otros llevaron a Poseidón una ofrenda de galletas globitos y bizcochitos después de la tormenta.

EAM