Esta semana concluye oficialmente el ciclo escolar 2023-2024 y México no realizó el piloto de la prueba PISA, lo que pone en riesgo al país de quedar fuera de la prueba PISA 2025, en donde hasta ahora 91 países ya confirmaron su participación entre ellos Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Paraguay, Perú y Uruguay.
La prueba PISA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se realiza cada 3 años y tiene como objetivo medir la capacidad de los alumnos de 15 años para utilizar sus conocimientos y habilidades de lectura, matemáticas y ciencias.
México ha participado en todas las rondas de PISA desde el 2000, señaló en entrevista con 24 HORAS María Teresa Gutiérrez, directora de Monitoreo de Indicadores en Mexicanos Primero.
La directora señaló que en 2022 se realizó la prueba PISA sin haberse efectuado el piloto, ya que, cuando se tenía que haber ejecutado las escuelas se encontraban cerradas debido a la contingencia sanitaria por el Covid-19, sin embargo, fue una excepción, una flexibilidad que se otorgó a todos los países participantes.
Precisó que la decisión de participar en PISA 2025 puede esperar hasta finales de este 2024, sin embargo las reglas de la OCDE son claras,y entre ellas se encuentra realizar la prueba piloto y enviar la información requerida antes de concluir el ciclo escolar.
Aplicar para PISA 2025 sólo será posible si México realiza una prueba piloto de campo a más tardar en septiembre de este año, que es el inicio del siguiente ciclo escolar.
De no participar México en la prueba PISA 2025, sería la primera vez en 25 años, que no participe en esta prueba.
¿Qué es?
La prueba PISA se enfoca en la resolución de problemas de la vida diaria a partir de los aprendizajes desarrollados en comprensión lectora, matemáticas y ciencias.
Los resultados más recientes de 2022 muestran que uno de cada dos estudiantes no comprende lo que lee y dos de cada tres no puede resolver operaciones matemáticas simples.
La falta de la prueba piloto y sobre todo, no participar en la prueba 2025, implicaría interrumpir un serie de datos que se obtienen a través de cuestionarios muy amplios, ello llevaría a desconocer los avances o retrocesos en el aprendizaje de millones de alumnos de todo el país.