Las cuentas ya no salen.

 

Son muchos los aspirantes, pero no suficientes las posiciones para acomodarlos en los primeros niveles de la administración pública.

 

Además, ya están repartidos los principales cargos y dos están reservados para secretarías claves, la Defensa Nacional (Sedena) y Marina (Semar).

 

Ahí no hay acuerdo.

 

La futura presidenta, Claudia Sheinbaum, puede tener favoritos para ambos cargos, pero la aprobación pasa por Palacio Nacional en función de la estructura actual.

 

En la sede del Poder Ejecutivo y por supuesto con los dos titulares, Luis Cresencio Sandoval (Defensa) y Rafael Ojeda Durán (Marina).

 

Es la tradición militar y no es la excepción con el cambio de régimen, sobre todo por la creciente influencia y poder otorgados a las Fuerzas Armadas de 2018 a la fecha.

 

Y esto va a seguir porque así lo ha decidido la candidata presidencial triunfadora el 2 de junio, e inclusive les tiene ampliación o nuevas funciones.

 

DEFENSA Y MARINA A 4 MANOS

 

En las negociaciones participan muchos.

 

En la Defensa desde el subsecretario Gabriel Rincón hasta Ricardo Trevilla, jefe del Estado Mayor Conjunto; Salvador Cervantes, director de ingenieros y constructor del Banco del Bienestar; René Trujillo, a cargo de aeropuertos en el sureste y Celestino Ávila, comandante del Ejército.

 

Y en la Marina, el jefe del Estado Mayor, Alfredo Hernández; el subsecretario Julio César Pescina; el mando de la Segunda Región Naval, Guillermo Escamilla; el director del Interoceánico, Raymundo Morales, y el exvocero José Luis Vergara.

 

Con ellos deberá llegarse a un acuerdo.

 

Tanto para la selección a cuatro manos –Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum y los dos secretarios de Estado-, como para acordar la conservación de encomiendas y otorgamiento de nuevas.

 

Pero su influencia y poder de las Fuerzas Armadas no decaerá y es parte de las negociaciones en curso, las cuales seguirán hasta finales de septiembre, según ha traslucido la propia Claudia Sheinbaum.

 

SCHERER, RAMÍREZ, COTA…

 

Pero hay muchos cercanos a ella en espera de encargo.

 

Le menciono algunos:

 

Julio Scherer Ibarra, quien desde la Consejería Jurídica de la Presidencia de la República se dedicó a perfilar a Claudia Sheinbaum como candidata para el período 2024-2030.

 

Ignacio Mier, actual coordinador de la bancada morenista en la Cámara de Diputados, está seguro de ir al gabinete ampliado y, según sus colaboradores, le tienen prometida Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex).

 

Sí, donde se dio el mayor escándalo de corrupción cuando al frente estuvo Ignacio Ovalle Fernández y se habló de desvíos superiores a los 16 mil millones de pesos.

 

Pero si ahí llegó a limpiar el sudcaliforniano Leonel Cota Montaño, debe ser reconocida su labor y un destino natural es el ISSSTE, donde imperan el coyotaje en medicamentos, la compra de equipos y la venta de plazas.

 

En el sector salud se da descontada la ratificación de Zoé Robledo, recomendado por López Obrador a su heredera por decisión propia.

 

Las instrucciones superiores no permitieron colocar a Alfonso Ramírez Cuéllar en la coordinación de la bancada oficial en San Lázaro -posición ganada por Ricardo Monreal-, pero se le busca acomodo.

 

Como hombre de máxima confianza, podría ser el ojo vigilante e informante en la Secretaría de Gobernación (Segob), de antemano encomendada a Rosa Icela Rodríguez.

 

De ellos se habla en el equipo de Claudia.

 

     @urenajose1

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