Miles de personas protestaron frente al Capitolio de Estados Unidos, ante los ataques en Gaza, mientras que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, solicitaba apoyo a los legisladores del país para su enfrentamiento con el grupo palestino Hamás.
En la marcha, en su mayoría pacífica, la cual atrajo familias, niños y ancianos provenientes de distintas localidades, quemaron en efigie a Netanyahu junto con banderas estadounidenses.
Los asistentes, que portaban banderas y carteles propalestinas, exigieron un alto en el enclave, además de la detención de Netanyahu, mientras que los fiscales buscan una orden en la Corte Penal Internacional contra él.
En un mitin previo a la marcha, los organizadores palestinos y judíos denunciaron al gobierno de EU y al ministro israelí por “genocidio”.
La seguridad en el Capitolio se intensificó antes de que el discurso de Netanyahu iniciara. Sin embargo, las confrontaciones estallaron cuando la policía utilizó gas pimienta contra los manifestantes.
Dentro el Capitolio, el ministro de Israel destacó que “para que las fuerzas de la civilización prevalezcan, Estados Unidos e Israel deben mantenerse unidos“, comentó entre aplausos.
Mientras que los manifestantes expresaron su frustración con el apoyo de Washington a la guerra. “La hipocresía de nuestros políticos ha alcanzado niveles sin precedentes”, mencionó un particípate.