La devoción y el fervor religioso de cientos de personas se hizo presente en la sala internacional del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y en la Catedral metropolitana, donde se esperaba con alegría la llegada de la reliquia de San Judas Tadeo, un fragmento original del brazo del apóstol y primo de Jesús.
Concepción Jiménez, una feligrés del abogado de las causas difíciles, manifestó que la visita del tesoro católico emociona a la comunidad, pues éste es uno de los santos más venerados en nuestro país.
“Recibirlas es una gran emoción. He pedido favores (a San Judas Tadeo) y sí me los ha concedido. Para mí, como católica, es una gran emoción”, dijo.
BENDICIONES A SU PASO
El relicario fue escoltado hasta su primera parada, la Catedral metropolitana, por elementos de seguridad, quienes flanquearon el Tadeo Móvil, un vehículo panorámico que fue adaptado para que los fieles puedan observarla durante los traslados.
La tarde de ayer, por lo menos dos mil fieles se dieron cita a las afueras del corazón de la Arquidiócesis de México para la misa solemne de recepción.
Por la puerta santa de la Catedral ingresó la comitiva, encabezada por monseñor Valerio Di Palma, canónigo de la Basílica de San Pedro en el Vaticano y monseñor Andrea Giovita, representante del Nuncio Apostólico en México.
Durante la homilía, Di Palma habló sobre la importancia de la llegada de la reliquia a México.
“Nos trae fe, esperanza y caridad, para así construir un mundo mejor”, dijo, “Cristo resucitado está con nosotros, con él lo imposible se hace posible, el apóstol es testigo mártir de Cristo crucificado”, agregó.
El recorrido de la reliquia de San Judas Tadeo será por 94 diócesis y en una primera etapa visitará, además de la Ciudad de México, Estado de México, Puebla y Tlaxcala.