Las lecciones del error de diciembre de hace 30 años marcan pauta ante turbulencias financieras mundiales: en contraste con ese año, existen políticas económicas flexibles, interlocución transparente con mercados financieros, equilibrio institucional y amplia potencialidad de articulaciones desde un Gobierno con amplio apoyo popular.

En síntesis, estar preparados económica y políticamente. Lo resaltó la virtual presidenta electa Claudia Sheinbaum luego de la caída de las bolsas asiáticas y estadounidense y el impacto en México sobre el peso frente al dólar.

La apreciación de nuestra moneda en los meses previos, colocándola en niveles de los 16 pesos por dólar, garantizó un margen para resistir el impacto de esta semana. Junto con el récord en reservas internacionales con 221.7 mil millones de dólares configuran un escenario de certidumbre y confianza.

La estabilidad política financiera del país destaca históricamente con relación a 1994, cuando ante una peor turbulencia con el levantamiento del EZLN en Chiapas y el asesinato del candidato presidencial priista, Luis Donaldo Colosio —tan solo dos de los eventos desestabilizadores de aquel año—, Ernesto Zedillo asumió la presidencia con una pérdida total de la confianza. Hubo devaluación, inflación descontrolada, fuerte contracción económica, crisis bancaria y deterioro de la política priista, algo relevante antes de la existencia de Alejandro Alito Moreno.

La confianza este 2024 es sólida. Desde el año pasado, los mercados tenían prevista la continuidad del Gobierno con Sheinbaum, cuyo perfil y apoyo popular generan certidumbre como vertebradora de un poder del Estado con respeto a las lógicas macroeconómicas. Tal como lo hizo el presidente Andrés Manuel López Obrador.

Esta semana Sheinbaum se reunió con gobernadores de la región noreste para preparar proyectos de desarrollo e infraestructura regionales, en la colindancia con un país hegemónico al cual ha afectado la desestructuración relativa de las certezas financieras de Japón.

Finanzas sanas, responsabilidad macroeconómica, fortalecimiento del mercado interno, posibilitan programas sociales, aumento salarial, inversión pública y privada así pronostican el fracaso de vaticinios funestos.

“Estamos preparados y nos estamos preparando para cualquier escenario”, ha dicho Sheinbaum ante la caída en las Bolsas de Valores del mundo durante el llamado lunes negro.

En la Ciudad de México, gobernada por Martí Batres y a partir de octubre por Clara Brugada, hay también previsiones, ingresos al primer semestre del año por 167 mil millones de pesos, 19 mil millones más de la estimación original.

El mercado cambiario es sensible a la especulación económica o política. A cuatro meses de las elecciones en Estados Unidos hay inquietud. Sería muy distinto si nuestra economía estuviera débil.

La crisis del 94, en la plenitud del modelo neoliberal, dejó aprendizaje.

 

@guerrerochipres