Con una década de retrasos, accidentes y sobrecostos, el Tren Interurbano México-Toluca inició las pruebas de carga con peso simulado en el tramo de la Ciudad de México para evaluar el comportamiento de las estructuras y verificar que cumpla con los estándares de seguridad y funcionalidad.
La Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) de la Ciudad de México informó a través de un comunicado que comenzaron los viajes de carga estáticas y dinámicas en el tramo inicial de los 17.5 kilómetros que recorrerá el tren también conocido como El Insurgente.
Las maniobras, detalló el documento, tienen como objetivo evaluar el comportamiento de las estructuras mediante la instalación de 23 acelerómetros en cada uno de los distintos puntos de estructuras en el tramo del viaducto a examinar, así como con peso simulado.
Con los acelerómetros instalados para las pruebas dinámicas se miden las vibraciones, oscilaciones, aceleraciones, resonancia y distribución de las cargas en movimiento en un recorrido de 60 kilómetros por horas.
En tanto, las pruebas estáticas consisten en detener dos trenes cargados con sacos de arena que simulan el peso máximo de usuarios durante un periodo de hasta tres horas.
Por otra parte, cabe señalar que los expertos también llevan a cabo mediciones topográficas antes, durante y después de la detención o circulación de los trenes, con la finalidad de verificar los resultados obtenidos.
Las evaluaciones, realizadas por la Sobse, en coordinación con la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) del Gobierno Federal y el Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (IIUNAM), continuarán en diferentes tramos para comprobar la capacidad estructural y operativa.
Aunque no existe una fecha definida para una apertura total de la obra, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, adelantó que antes de concluir su gestión dará el banderazo de salida en Santa Fe.