La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó cambios a la Constitución en materia de agua, alimentación y protección al ambiente con los que prohíbe los cultivos transgénicos y deja la prohibición de la fractura hidráulica en minería y el otorgamiento de concesiones mineras a criterio del Ejecutivo federal.
El dictamen únicamente recibió los votos en contra de la bancada de Acción Nacional (PAN) y el respaldo del Revolucionario Institucional (PRI) y de Movimiento Ciudadano (MC), además del bloque oficialista.
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El coordinador de MC, Braulio López-Ochoa (MC), reclamó que la reserva presentada por Morena al dictamen resultaba una verdadera contrarreforma a lo que minutos antes había aprobado en lo general.
Explicó que la adición de “salvo en los casos que excepcionalmente determine el Ejecutivo Federal a través del comité que señale la ley, por su carácter estratégico para el desarrollo nacional” para el caso del fracking, era contradictorio con el espíritu de la reforma aprobada.
“Lo que estamos viendo es que mediante esta reserva se están modificando cosas sustantivas de lo que se votó a favor de manera mayoritaria”, reclamó.
Criticó también que se haya quitado de los transitorios la obligación al Poder Legislativo de armonizar las leyes en un plazo de 180 días, pues con ello podría replicarse el caso de la ley de aguas nacionales que tiene 12 años sin decretarse.
El diputado René Figueroa Reyes (PAN) reclamó que el actual gobierno federal no ha podido establecer una política seria de uso del agua y consideró que la aprobada se queda corta al carecer de una visión estratégica y sustentable.
“Lo que se requiere son políticas hídricas acordes con la realidad del consumo y una distribución equitativa y eficiente del recurso y así garantizar el derecho humano, sin afectar los demás usos”, dijo el panista.
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Respecto a los transgénicos, el dictamen establece que el maíz debe ser libre de modificaciones genéticas, como las transgénicas y el país se declara libre de cultivos de maíz genéticamente modificado y debe priorizarse su manejo agroecológico.
La reserva de Morena aprobada también adicionó un artículo quinto transitorio para que a partir de la entrada en vigor del cambio el ingreso al país de maíces genéticamente modificados con destino distinto al consumo humano únicamente debe permitirse en su modalidad de maíz quebrado, grano fragmentado de manera que carezca de capacidad para germinar.
Y que la modalidad de maíz quebrado puede exceptuarse siempre que se cuente con una evaluación de los riesgos a la salud que tenga en cuenta las prácticas de consumo, diversificación, resguardo, comercialización, industrialización y distribución que puedan provocar la mezcla con maíces libres de esta tecnología y las prácticas de cultivo, el medio ambiente y la biodiversidad agrícola.
EAM