El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció ayer que pausó el diálogo con las embajadas de Estados Unidos y Canadá por sus posicionamientos en contra de la reforma judicial, lo que para especialistas es una postura “infantil” y una herencia innecesaria para su sucesora.
La presidenta electa, Claudia Sheinbaum, respaldó la decisión presidencial, mientras que el embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, reiteró su preocupación por la elección de jueces y magistrados por voto popular, así como el respeto a la soberanía del país.
Al respecto, Alejandro Martínez, académico de La Salle y la UNAM, aseveró que en las convenciones internacionales no existe “una pausa”, por lo que se trata de una postura personal del mandatario.
Se trata de un “tema retórico, el Presidente lo asume dentro de su propia idiosincrasia, como una ley del hielo (…) no están de acuerdo embajadores, no les hablo, sería algo infantil que no refleja la complejidad de las relaciones bilaterales con Estados Unidos y Canadá”.
El experto en Relaciones Internacionales aseveró que una de las consecuencias es que se hereden problemas diplomáticos a Claudia Sheinbaum, por lo que el próximo canciller, Juan Ramón de la Fuente, ya sería el encargado de recomponer esas relaciones.
“El fin de sexenio está dejando muchos problemas que tendrá que resolver el próximo canciller”, dijo.
Durante su conferencia Mañanera, en Palacio Nacional, el titular del Ejecutivo federal aclaró que las relaciones bilaterales seguirán con ambos países y solo se trata de la suspensión del diálogo con sus representaciones diplomáticas.
“Cómo le vamos a permitir al embajador, con todo respeto, esto no es asunto de pleito, pero como le vamos a permitir que él opine que está mal lo que estamos haciendo, pero no vamos a decirle abandone al país, pero sí tenemos que leerle la Constitución, que es como leerle la cartilla”.
El presidente López Obrador aseveró que “está en pausa la relación con el embajador de Estados Unidos, Ken Salazar; pausar significa que vamos a darnos nuestro tiempo”.
Abundó que “la relación bilateral con Estados Unidos continúa, pero ojalá haya de parte de ellos una ratificación de que van a ser respetuosos de la soberanía de México, mientras no haya eso, hay pausa con la embajada”.
Manifestó que “si no hay respeto, mientras yo esté aquí, no vamos a permitir ninguna violación a nuestra soberanía, ya me voy a ir, me faltan 30 días, pero mientras esté aquí no lo voy a permitir”.
López Obrador condicionó el fin de la pausa con ambos países a que haya un pronunciamiento de que respetan las decisiones de México.
Descartó entablar una comunicación directa con el presidente Joe Biden por los posicionamientos de la embajada de Estados Unidos sobre la reforma judicial, por lo que consideró que es para que entiendan que hay cosas que solo atañen al país.
Por su parte, la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, respaldó la decisión de pausar el diálogo con las embajadas de Estados Unidos y Canadá, por haber criticado la reforma al Poder Judicial.
“Es una decisión del Presidente de la República, él es hoy el Presidente constitucional, frente al agravio que cometió el embajador de Estados Unidos y de Canadá”, declaró en conferencia de prensa.
Por su parte, la Embajada de EU en México reiteró su preocupación sobre la reforma judicial, considera que no fortalecería a dicho poder.
Lo anterior, mediante una carta del representante diplomático, Ken Salazar, difundida en su cuenta de X (@USAmbMex).
“Nos preocupa mucho que la elección popular de jueces no aborde la corrupción judicial ni fortalezca el poder judicial del Gobierno de México”.