En bancos, huacales de madera y hasta sentados en el piso, cientos de familias esperaron para ver marchar a las Fuerzas Armadas de México, esto como parte de las festividades patrióticas del país.
Las aeronaves, tanques y vehículos acuáticos montados en plataformas acapararon la lente de los teléfonos celulares de los asistentes, pues todos querían verlos; a su vez varios soldados se tomaron algunos minutos para estrechar la mano de las niñas y 010niños, quienes extendían su brazo para alcanzarlos.
“¡Viva México!” y “¡Las mujeres militares son una chingonas!”, fueron algunas de las porras con las que el público recibió a los elementos del Ejército.
Antonio, uno de los asistentes, calificó el evento como “el mejor desfile que he visto en mi vida”, y resaltó que la marcha de los militares por Reforma no es para presumir las armas o tanques, sino la labor social de los mismos, tal como el “Plan DN – III”.
En tanto, Alejandra Chávez, originaria de Acapulco, comentó que el desfile militar fue muy emotivo: “ver todo esto (el amor por la patria) te mueve el corazón, y hasta salen las lágrimas”, dijo.
Javier Gatica, vecino de la Magdalena Contreras, asistió al Desfile Militar en compañía de sus dos hijos, quienes esperaron para ver a su madre marchar, pues es militar, y como parte del amor al Ejército, uno de los pequeños fue caracterizado como todo un soldado.
“Mi esposa es militar. El personal que desfila hoy, siempre ha estado presente en todas las necesidades del país”, resaltó.
Despliegue aéreo
Mientras el desfile comenzaba en tierra, en la Base Aérea Militar No. 1 de Santa Lucía, personal de la Fuerza Aérea se preparaban para abordar las aeronaves y ofrecer un espectáculo memorable a los asistentes,
A las 10:00 horas, una “Spartan”, una de las aeronaves más grandes de la Fuerza Aérea Mexicana fue abordada por 7 elementos para realizar despegar hacia la Ciudad de México.
Desde tierra, la aeronave fue vista escoltada por aviones turbohélice Texan II, realizando maniobras sobre el Zócalo de la capital del país.
En el suelo, Víctor López, acompañado de su hijo, comentó que su pequeño “de grande, dice él que quiere ser soldado, servir a su nación”.
Por su parte, Juan Carlos y José Carlos, originarios de Mexicali, quienes portaban la bandera de México como una capa, compartieron que: “Venimos de un lugar, dónde la festividad es un poco más chica, entonces queremos experimentarlo a lo grande”.