El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y la vicepresidenta Kamala Harris, realizaron una visita a las zonas devastadas por el huracán Helene, donde miles de socorristas trabajan arduamente para rescatar y asistir a millones de afectados por la tormenta.
La visita de Biden se centró en Carolina del Norte y del Sur, mientras que Harris se dirigió a Georgia, un día después de que su rival electoral, el republicano Donald Trump, intentara utilizar la gestión del desastre como herramienta de campaña.
En Carolina del Sur, Biden se reunió con equipos locales que le informaron sobre los esfuerzos de rescate y reconstrucción en curso. Más de 10 mil funcionarios federales, socorristas y miembros de la Guardia Nacional están participando en las labores de ayuda. La tormenta dejó al menos 159 muertos en seis estados del sureste, y fue acompañada por lluvias que devastaron comunidades enteras.
Posteriormente, el presidente sobrevoló en helicóptero la ciudad de Asheville, en Carolina del Norte, donde observó la magnitud de la devastación. El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, quien acompañó al presidente, calificó a Helene como una tormenta de “fuerza histórica”.
Durante su visita, Biden anunció el despliegue de hasta mil soldados en Carolina del Norte para reforzar la respuesta a la emergencia, asegurando que estos soldados acelerarán la entrega de suministros vitales a las comunidades aisladas. “Estamos aquí para ustedes y nos quedaremos aquí todo el tiempo que sea necesario”, agregó el presidente.
Por su parte, Harris visitó un centro de operaciones en Augusta, Georgia, donde elogió a los socorristas y destacó la importancia de coordinar recursos locales, estatales y federales para atender las necesidades de los afectados.
Ambos estados son considerados cruciales en el contexto electoral, ya que forman parte de los siete estados bisagra que podrían decidir el resultado de las elecciones. La Casa Blanca también anunció que Biden viajará a Florida y Georgia para continuar su apoyo a las comunidades devastadas.
Mientras tanto, el expresidente Trump intentó sacar ventaja política de la situación, al acusar al gobierno de ignorar la crisis. En respuesta, Biden calificó las declaraciones de Trump de “mentiras” y criticó su enfoque como “irresponsable”.