Lo difícil de lidiar con la basura, es que no ponemos mucho empeño en pensar a dónde va lo que ya no nos sirve.

A veces, con no tener los desechos a la vista pareciera más que suficiente, pero en realidad es uno de los problemas más agudos a los que deberíamos poner atención.

La gestión de los desechos sólidos es uno de los problemas ambientales más complejos a largo plazo, porque no es solo deshacernos de la basura en lo inmediato, sino los efectos que tendrá a largo plazo.

En México, cada persona genera un kilogramo de residuos sólidos cada día. Significa, que se generan más o menos unas 120 mil toneladas de basura todos los días.

De ese volumen de desechos, unas 38 mil toneladas de desechos son reciclables en alguna medida, pero requieren un proceso específico para llegar a las plantas y la cadena de manejo de los residuos tiene eslabones que vale la pena revisar.

Uno de los más importantes son los trabajadores que se autodenominan recicladores base. Piden que se les llame de ese nombre para visibilizar su labor y el valor específico que tienen.

“Queremos que nos reconozcan como personas”, dice Abel Balderas Ramírez, quien además de ser reciclador en Dolores Hidalgo, Guanajuato, trabaja para conformar una red de trabajadores que ayude a gestionarles derechos mínimos a la gente que trabaja en los tiraderos de basura.

Su idea es conformar un movimiento primero en México y después que este se una a los movimientos latinoamericanos para obtener sus derechos laborales. Los avances para reconocer a las personas que trabajan en este sector son aislados y hasta ahora, insuficientes y  la importancia de las personas recicladoras no se aquilata lo suficiente.

Los planes de gobierno saben cuánta basura se genera a diario, pero no cuentan con un padrón de personas que trabajan en los tiraderos. ¿Será que sin notarlo desechamos a las personas?

Los recicladores aseguran que tienen la capacidad de aumentar la vida útil de un relleno sanitario hasta en un 30% por encima del promedio de vida que ya tiene el relleno sanitario.

Pero trabajan sin contrato, sin equipo. A veces, sin una infraestructura mínima como son baños que no estén a cielo abierto o carritos de ruedas que les permitan mover los desechos de un lugar a otro.

El diagnóstico básico para la gestión de residuos ubica que podrían aprovecharse 38 mil toneladas de residuos. Pero se requiere de mano de obra para alcanzar un buen manejo. Abel Balderas asegura que buena parte de esa capacitación ya la tienen los recicladores, pero son la parte de la que más se puede prescindir en los planes de gobierno.

“Siempre somos los primeros que dejamos de valer o a quienes no nos toman en cuenta. Parece que valemos menos que la basura. Porque si esa se acumula, para la gente llega a ser un problema”, platica horas antes de sostener un encuentro con varios de los trabajadores en Ciudad de México.

Y aquí la duda genuina: ¿qué tanta atención hemos puesto en la gestión de los residuos y qué tanto hemos puesto el ojo en el factor humano?

 

         @Micmoya