Alejandrina Gisselle Guzmán Salazar, quien ha sido identificada por funcionarios estadunidenses como presunta hija de Joaquín El Chapo Guzmán, se declaró ayer, a través de sus abogados, inocente de media docena de acusaciones migratorias.
Guzmán Salazar, quien compareció ante el juez Jan Adler en una breve audiencia vestida con uniforme de prisión color rojo desteñido, dijo no ser culpable de entrar ilegalmente al país, de usar documentos ajenos y de mentir a las autoridades, oralmente y por escrito.
La joven, quien denotaba su estado de embarazo, deberá comparecer ante la corte el próximo 30 de noviembre.
De acuerdo con la queja criminal, Guzmán Salazar fue detenida este mes en la frontera cuando intentó ingresar a Estados Unidos con documentos migratorios ajenos.
Guzmán Salazar buscaba ingresar a territorio estadunidense para dar a luz, según la documentación estadunidense.
La mujer, de 31 años, podría dar a luz cerca de la fecha de la próxima audiencia, pues fue detenida en la garita de San Ysidro cuando contaba siete meses de embarazo.
En la audiencia de este jueves, Guzmán Salazar fue presentada sin cadenas, con el cabello recogido hacia atrás y la corte permitió que la audiencia entera le fuera interpretada al español.
La acusada presentó al ingresar a California un documento legítimo pero ajeno en un pasaporte mexicano, y, según los cargos, habría mentido tanto verbalmente como por escrito a agentes fronterizos.
Alejandrina Gisselle Guzmán cambió dos abogados que le habían sido asignados inicialmente (Guadalupe Valencia y Jon Ronis), por un nuevo representante llamado Frank Moral, quien la defendió ayer. NOTIMEX
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