El hecho de que los diputados cambien de partido una vez que son electos constituye una traición a la confianza de la población, por lo que quien incurra en estos actos debe ser inhabilitado hasta por nueve años, planteó la diputada por el PAN, Claudia Montes de Oca.
En el Congreso local, la panista presentó una iniciativa para que los diputados que una vez electos cambien de grupo político sean inhabilitados a fin de garantizar el respeto al voto ciudadano.
Detalló que esta iniciativa, denominada “ley antichapulín”, prevé reformas a la Constitución Política capitalina, al Código de Instituciones y Procedimientos Electorales, así como a las leyes de Responsabilidades Administrativas y la Orgánica del Congreso.
“Proponemos que cualquier diputado que decida cambiar de partido político una vez electo, pierda su cargo y sea inhabilitado para desempeñar cualquier cargo público durante un periodo de entre 6 y 9 años”, explicó.
También busca fortalecer el sistema de contrapesos, al advertir que un poder legislativo en el que los diputados puedan moverse de un lado a otro sin restricciones, es un Congreso vulnerable a la manipulación.
El Coordinador del PAN, Andrés Atayde, señaló que el chapulineo no solo implica traicionar a los partidos políticos que los propusieron, sino a los vecinos que votaron por ellos pensando que en su momento representaban un proyecto político.
Se busca “no solo dar certeza a los ciudadanos sobre sus representantes, sino evitar la compra de voluntades a través de acuerdos o presiones del aparato oficial”, dijo.