Entendiendo la regulación del iGaming en México
Foto: Freepik | Autoridades nacionales y operadores han comprendido la necesidad de una legislación clara enfocada en el sector del iGaming en México  

En la última década, la industria del juego en línea o iGaming ha experimentado un crecimiento prometedor; con un mayor interés por parte de los usuarios, una mayor variedad de operadores disponibles y, por supuesto, avances significativos en la regulación de las apuestas en línea en el país.

Si bien existen regulaciones para los juegos de azar, estas han sido rebasadas por el avance del juego en línea, lo que deja clara la necesidad de un marco regulatorio definido que se traduzca en un entorno de juego seguro para los usuarios mexicanos que buscan disfrutar de juegos en línea y todos sus beneficios, como los paquetes de bienvenida y bonos de casinos sin depósito.

Actualmente, tanto autoridades nacionales como operadores han comprendido la necesidad de una legislación clara enfocada en el sector del iGaming en México, y eso es precisamente lo que exploraremos en este artículo.

Antecedentes de la regulación del iGaming en México

La regulación del juego en México inició con la Ley de Federal de Juegos y Sorteos de 1947, una ley enfocada en actividades de juegos y apuestas en casinos y establecimientos físicos. Aunque esta ley sirvió de fundamento para la legislación actual, no contempla la llegada y crecimiento de las plataformas de juego en línea, dejando el sector del iGaming sin ningún tipo de regulación por décadas.

En los últimos años, en un esfuerzo por modernizar las legislaciones referentes al juego, se dieron avances significativos con la introducción de un sistema de licencias para operadores de juegos en línea. Este sistema de licencias establece las bases para permitir la entrada de operadores nacionales e internacionales al mercado mexicano.

A pesar de este avance, la legislación del iGaming depende en gran medida de la ley de 1947. Esto en sí mismo representa una limitación importante para regular las complejidades del sector de las apuestas y el iGaming.

Sin embargo, a finales de 2023, el Gobierno Mexicano modificó la Ley Federal de Juegos y Sorteos, prohibiendo explícitamente las tragamonedas y juegos de apuestas en establecimientos físicos. Aunque parece un retroceso, esto puede ser un paso en la dirección correcta para una regulación moderna de los juegos de azar en línea que quedaron asentadas en el artículo 85 como “juegos o apuestas remotas”.

A pesar de este avance, los operadores y autoridades nacionales reconocen la importancia de un marco legal claro que esté adaptado a las características actuales del sector.

Regulación actual el iGaming y las apuestas en línea en México

Aunque la Ley Federal de Juegos y Sorteos tiene sus limitaciones en relación con las plataformas de iGaming, la legislación busca garantizar que las actividades relacionadas al juego y apuestas en línea sean legales, éticas y transparentes. Además, sienta el fundamento para la creación de un entorno seguro para los jugadores.

Con la implementación de un marco legal claro y de un sistema de licencias que permita a los casinos en línea operar en México de forma legal, la legislación garantiza que los operadores cumplan con estrictos estándares de seguridad, transparencia y juego justo. Además, el proceso de licencias también incluye la supervisión y revisión financiera de cada operador, garantizando el origen legal de sus fondos y la transparencia de sus operaciones.

Uno de los aspectos clave en este proceso es que, para recibir la autorización para funcionar en el país, los operadores deben cumplir con criterios estrictos de entornos de juego justo, así como implementar medidas de prevención ante actividades fraudulentas y lavado de dinero.

Una vez emitidas las licencias, los casinos y casas de apuestas en línea serán monitoreados regularmente para asegurar el cumplimiento de la legislación.

En este contexto, la legislación ha jugado un papel crucial en el desarrollo del sector del iGaming en México. Con esta regulación, fomenta el desarrollo de una industria sostenible, legal y segura, además de crear un ecosistema digital seguro, en el que los jugadores pueden estar protegidos de fraudes y riesgos asociados a las plataformas no reguladas.

Obstáculos de la regulación del juego en México

El principal obstáculo al que se enfrenta el sector del iGaming en México, es la ausencia de un marco legal sólido que realmente esté adaptado a la naturaleza moderna de las apuestas y juegos en línea. Partiendo de que la Ley Federal de Juegos y Sorteos aún vigente fue promulgada en 1947, es comprensible que esta sea insuficiente para regular el iGaming en la actualidad.

Aunque los avances de la regulación del juego en México en los últimos años ha sido destacable, no están respaldados por la legislación necesaria, que ha fallado al seguirle al ritmo al crecimiento del iGaming en México, dejando aspectos como avances tecnológicos, sistemas de protección al usuario y potencial fiscal del sector del juego en un limbo legal. Estas carencias permiten vacíos legales que no solo limitan el desarrollo del sector, sino que pueden poner en riesgo a los usuarios mexicanos que disfrutan del juego en línea.

Esto a su vez crea el escenario ideal para que casinos en línea sin licencia operen en México desde el extranjero sin necesidad de regirse por las normativas locales, lo que impide que el ente regulador pueda supervisar sus actividades. Además del riesgo potencial de los usuarios, estos casinos operan en un área gris que representa pérdidas fiscales para el gobierno nacional.

La presencia de los casinos sin licencia plantea en sí mismo una serie de obstáculos adicionales. En primer lugar, expone a los jugadores mexicanos a plataformas no reguladas, incapaces de garantizar un entorno de juego seguro, justo y transparente. A su vez, esto ralentiza el crecimiento del sector y afecta la confianza de los usuarios que, al no estar protegidos por la legislación nacional, pueden haber tenido experiencias negativas en estas plataformas.

El iGaming en México en números

Si bien todavía es pronto para decirlo, se estima que los cambios en la legislación a finales de 2023 tengan un impacto positivo en el crecimiento del sector del juego en línea. Con el cierre de establecimientos físicos, se prevé que el sector tenga un crecimiento del 70% en los próximos 3 años y supere por casi un 40% a las estimaciones iniciales que se realizaron a principios de 2023.

Con el cierre de establecimientos físicos, se espera que el sector del juego en línea tenga un crecimiento de más de 4000 millones de dólares, incluyendo tanto juegos de casino online (blackjack, ruleta, póker y loterías) como apuestas deportivas.

Actualmente, un 17.3 % de los mexicanos afirman ser consumidores activos de apuestas y juegos de azar en línea. Sin embargo, con el aumento de la conectividad y el auge de los teléfonos inteligentes, podría haber más de 31 millones de usuarios mexicanos activos en el sector del iGaming para 2028.

El futuro del iGaming en México y el papel de la regulación

El mercado mexicano ha demostrado un potencial enorme para la expansión global de la industria del juego en línea, especialmente luego del creciente interés de las autoridades por regular el sector en el país.

Se espera que las reformas que veremos en los próximos años incluyan normativas más claras que optimicen el sistema de concesión de licencias y brinde mayor protección para los jugadores mexicanos. Asimismo, probablemente veremos una estructura fiscal más eficiente que permita aprovechar realmente el potencial de la industria del juego en materia de impuestos.

Al establecer un marco legal claro, México estaría abriendo las puertas a tendencias emergentes, como el crecimiento de los juegos móviles y las apuestas en línea, brindando más oportunidades tanto para operadores como para jugadores.

Sin embargo, el mayor beneficio quizás lo veremos en materia de desarrollo sostenible del iGaming, con garantías de un entorno de juego seguro, justo y responsable para los usuarios mexicanos.