El movimiento islamista Hezbolá confirmó la muerte de Hashem Safieddine, quien era considerado el candidato más probable para suceder a Hasán Nasralá al frente del movimiento islamista libanés. La muerte de Safieddine se produjo durante un ataque israelí el 4 de octubre en el sur de Beirut, donde también fallecieron otros miembros del grupo chiíta.
Según el ejército israelí, Safieddine fue “eliminado” en un bombardeo dirigido, un hecho que marca un punto de inflexión en la estructura de poder de Hezbolá, que ha sufrido numerosas bajas en su liderazgo en semanas recientes.
Safieddine, alto funcionario y primo de Nasrallah, supervisaba los asuntos políticos del grupo como jefe del Consejo Ejecutivo y tenía un papel clave en las operaciones militares, siendo miembro del Consejo de la Yihad. En 2017, el Departamento de Estado de EU lo designó Terrorista Global Especialmente Designado.
Su muerte, junto a la de Nasralá, que ocurrió en un ataque aéreo israelí en septiembre, pone en riesgo la estabilidad interna de Hezbolá, que intensificó sus hostilidades contra Israel tras el ataque de Hamás del 7 de octubre de 2023.
La organización, que utiliza cohetes, misiles y drones en su respuesta, se encuentra ahora en una guerra total, mientras las fuerzas israelíes continúan su ofensiva en el sur del Líbano.