La Estatua de la Libertad celebró ayer su 126 cumpleaños reabriendo su corona al público, tras haber permanecido cerrada durante un año por las obras de restauración para reforzar la seguridad de los visitantes y en las que se ha respetado al máximo la estructura original del monumento.
La ceremonia inaugural se llevó a cabo en medio de un fuerte y creciente viento y de los preparativos adoptados por las autoridades de la ciudad para afrontar la llegada del huracán Sandy, como la suspensión del transporte público o el cierre de las escuelas, por lo que el público tendrá que esperar hasta que pase la megatormenta. El monumento estará cerrado hoy y mañana debido al temporal y podría ser reabierto el miércoles.
La Estatua de la Libertad, realizada en cobre por el escultor francés Frédéric Auguste Bartholdi, se inauguró el 28 de octubre de 1886, erguida sobre un fortín en forma de estrella y un pedestal de casi 47 metros de altura, desde el que estaría destinado a convertirse en el símbolo avistado por los inmigrantes que llegaran en barco a Estados Unidos por el Océano Atlántico.
En sus 126 años de existencia, la Estatua, declarada monumento nacional en 1924, ha sido sometida a múltiples procesos de reforma, y el último se inició el año pasado, con el objetivo de “mejorar la seguridad de los visitantes”, según explicó una de las arquitectas encargada de las obras, Anne Weber. EFE
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