La iniciativa de la diputada local del PAN, América Rangel, para dotar de personalidad jurídica a los no nacidos iría en contra de varios principios jurídicos, consideró el especialista en materia penal, Irving Pineda.
En entrevista con 24 HORAS, el abogado Pineda explicó: “Eso iría en contra de varios principios jurídicos… estaría escapando a los principios, incluso legislativos. La propia definición lo dice, el Derecho regula la conducta de las personas en sociedad”.
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Cuestionado sobre la iniciativa presentada por la diputada de Acción Nacional, América Rangel, el especialista detalló que la complejidad de la propuesta debido a que el Derecho requiere de la voluntad o consentimiento de una persona que esté viva.
“Una de las cuestiones fundamentales es poder manifestar una voluntad, un consentimiento. ¿Cómo se va a conocer la voluntad del embrión? No es algo racional, no se puede comprender esa situación”, argumentó.
Ante esa disyuntiva, abundó, es que se ha dado preponderancia a los derechos que tiene la madre de poder elegir si desea tener al bebé o no, en caso de qué sea una cuestión voluntaria, incluso de salud por estar en riesgo su vida.
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Por este motivo, el especialista consideró que propuestas como la de la legisladora opositora “son cosas que se deben tratar con mucha delicadeza y no dejarse llevar”.
El debate surge como una respuesta de la fracción panista ante la iniciativa planteada por Morena para la despenalización del aborto en todas sus etapas; por ello, la diputada del América Rangel presentó la propuesta de crear la “Ley de derechos de la persona no nacidas”, para reconocer jurídicamente a bebés en gestación, que tienen derechos y deben ser velados por el Estado.
“Esta iniciativa contempla por primera vez en la historia darle estatus legal y personalidad jurídica al no nacido de tal manera que esté adquiere una serie de derechos para proteger su vida y su desarrollo hasta el nacimiento”, argumentó la panista.
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Se deben reconocer jurídicamente a no nacidos y brindar estatus legal al feto para proteger su sano desarrollo hasta el nacimiento; aunque jurídicamente el producto de un embarazo aún no es un ser humano “es un ser con vida que está por nacer” y por lo tanto debe ser objeto de garantías constitucionales.
Irving Pineda aclaró que el estatus que constitucionalmente debe considerarse relevante y lo estipulo el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nacional implica que la protección no puede competir plena e incondicionalmente con la de personas nacidas titulares definitivas de derechos constitucionales, y sólo puede expresarse a través de las mujeres y de las personas gestantes.
“Puede causar escozor y que la gente no lo acepte, pero para cuestiones jurídicas, el Derecho protege a las personas y el embrión puede ser un ser vivo, pero no es una persona”, precisó el abogado.