Se estima que en México 380 mil personas viven con el Virus de inmunodeficiencia humana (VIH), de las cuáles dos de cada diez, no lo saben, según los registros del Centro Nacional para la Prevención del VIH y el Sida (CENSIDA).
No obstante, se han registrado importantes avances tanto en la prevención, el diagnóstico y el tratamiento, haciendo que en la actualidad la epidemia se encuentre concentrada y no diseminada en toda la población como desafortunadamente ocurre en otras partes del mundo, informó Juan luis Mosqueda Gómez, director general de CENSIDA.
Con motivo de la conmemoración del Día Mundial del Sida, el especialista refirió que, mediante la prevención combinada, se ha avanzado en la concientización del uso de condones externos e internos al tener prácticas sexuales con cada pareja y también a en la utilización de medicamentontirretroviral como método de prevención del VIH.
Aseguró que ha habido una muy importante evolución sobre el diagnóstico ya que, en la actualidad existe la posibilidad de realizarse exámenes de sangre altamente confiables, indoloros, gratuitos y con resultados muy rápidos que permiten detectar si una persona vive con la infección, en aproximadamente diez minutos.
“Pero, donde quizá se ha avanzado más, es en el tratamiento ya que en México las personas que viven con VIH e incluso aquellas que se encuentran en etapa de Sida, cuentan con acceso a los medicamentos más avanzados de forma universal y gratuita, sin importar su afiliación a la seguridad social”.
En este sentido el doctor Mosqueda dijo que el Sector Salud garantiza un acceso universal y gratuito a las herramientas más avanzadas de prevención, diagnóstico y tratamiento de VIH y de SIDA, por lo que invitó a la población a acudir a su unidad de salud más cercana para realizarse una prueba que permita descartar la infección, o en caso de un resultado positivo, iniciar lo más pronto posible el tratamiento más adecuado de entre todos los que están disponibles y que ofrecen una muy alta esperanza y calidad de vida.
“Hoy en día una persona que vive con VIH y que se diagnostica a tiempo puede tener un pronóstico de vida prácticamente igual al de quien no vive con el virus. Pero más allá de la cantidad de tiempo, es importante hacer énfasis en la calidad de vida, porque con los tratamientos que ofrece el Sector Salud, estas personas pueden trabajar, estudiar, hacer deporte, tener una familia y desarrollarse plenamente en prácticamente todos los aspectos de su vida”, refirió.
Para reforzar este punto, el titular del CENSIDA explicó que, los tratamientos antirretrovirales que actualmente se administran a las personas que viven con VIH eventualmente logran reducir la presencia del virus en la sangre, a lo que llamamos indetectabilidad, hasta el punto que ya no es posible transmitir el virus a otras personas, ni por contacto sexual ni por gestación, lo que implica no solamente un beneficio individual para ellas, sino también un triunfo para la salud pública, ya que contribuye a evitar nuevas infecciones.