Las sequías extremas, que ya afectan a miles de millones de personas, se están convirtiendo en una “nueva normalidad”, según alertó un informe global de Naciones Unidas. Este panorama sombrío coincide con la apertura de la COP16 sobre degradación de tierras y desertificación en Arabia Saudita, donde se discuten soluciones a un problema que no parece tomar la debida prioridad en la agenda de muchos países.
El Atlas Mundial de las Sequías, coautoría de la Convención de las Naciones Unidas para Combatir la Desertificación (UNCCD) y el Centro Común de Investigación de la Comisión Europea, revela que los periodos secos más largos y severos son consecuencia directa del cambio climático. Estos eventos no solo reducen la disponibilidad de agua, sino que también agotan suelos fértiles, al transformarlo en tierras áridas.
Te puede interesar: Extiende OPEP recorte de petróleo a diciembre
Este 2024, que probablemente será el año más cálido de la historia, está marcado por sequías devastadoras en regiones como Ecuador, Marruecos, Namibia y el Mediterráneo, una tendencia que amenaza con intensificarse. Aunque las sequías no suelen captar la atención mediática de fenómenos repentinos como las inundaciones o terremotos, su impacto es igualmente destructivo, lo que genera consecuencias a largo plazo en la producción de energía, comercio y sectores clave como el transporte marítimo.
Según la UNCCD, para 2050, tres de cada cuatro habitantes del planeta sufrirán las consecuencias de la sequía. Los efectos en cadena que desencadenan estos eventos, como la interrupción del transporte en corredores vitales como el Canal de Panamá o el aumento en los precios de la energía por la disminución de la producción hidroeléctrica, son sólo algunos de los factores que agravan la crisis.
Te puede interesar: Inician negociaciones para un tratado contra el plástico
Ibrahim Thiaw, jefe de la UNCCD, urgió a los gobiernos y líderes mundiales a repensar radicalmente cómo abordan la gestión de riesgos asociados con la sequía. En este sentido, destacó la importancia de restaurar mil 500 millones de hectáreas de tierras degradadas para 2030, una tarea monumental pero esencial para mitigar la crisis.
La COP16 en Riad, que se celebra hasta el 13 de diciembre, tiene la misión de encontrar soluciones globales y coordinar esfuerzos para acelerar la restauración de tierras y crear estrategias más eficaces frente a las sequías.