Para usted, asiduo lector de 24 HORAS, no fue novedad:
El salario mínimo subirá 12 por ciento a partir de enero del próximo año porque así lo decidió el gobierno desde hace más de un mes.
En este espacio de adelantos informativos lo dijimos el 6 de noviembre con el encabezado El gobierno da línea: 12 por ciento de aumento al mínimo.
Así lo anunciamos:
Esta columna, proclive a dar primicias, da una más: el Gobierno federal plantea incrementar solamente 12 por ciento al salario mínimo para el año próximo.
Muy lejos de los incrementos habidos de 2019 a 2024, cuando crecieron anualmente de 16.2 a 20 puntos porcentuales durante el mandato de Andrés Manuel López Obrador”.
Ayer se oficializó tal monto en Palacio Nacional bajo mirada vigilante de Claudia Sheinbaum y se anunció como un acto de justicia para millones de la clase obrera más desprotegida.
Eso es lo público.
NADA DE 12 MIL 500
Atrás de los números hay costuras.
A fines de octubre y principios de noviembre se deslizó a las organizaciones empresariales el propósito de contener los ajustes para controlar la inflación.
Inclusive se pasó por alto, quién lo creyera, propuestas de confederaciones y cámaras para proporcionar mayores alzas como vía para reactivar la economía.
Por ejemplo, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) deslizó un monto mensual mayor: 12 mil 500 pesos “en adelante” como percepción base.
Los trabajadores calificados percibirían más, según proyecto.
-Nuestra meta es llevar el salario mínimo a línea de bienestar familiar -expresó en Michoacán el presidente José Medina Mora el 8 de noviembre.
Es el mundo al revés:
En el pasado los obreros estiraban sus peticiones mientras los empleadores trataban de bajar al mínimo más mínimo bajo un argumento clave:
No podía ser mayor a la inflación porque originaría una escalada general de precios y se reviviría el círculo perverso alza salarial-aumento de precios-inflación-crisis.
Ahora el gobierno sedicente de izquierda decide y contiene con un propósito neoliberal infalible: ese 12 por ciento -ocho mil 364- no originará desequilibrios en la macroeconomía ni en el poder adquisitivo.
Lo veremos.
REVÉS CONSUMADO
1.- Mañana culmina en Jalisco el mayor revés en las pasadas elecciones de junio por parte de los órganos electorales a Morena y el Gobierno federal.
El emecista Pablo Lemus, gobernador electo muy a pesar de la oposición inicial de su antecesor Enrique Alfaro, quien quería a Clemente Castañeda y perdió el pulso ante Dante Delgado.
No hay duda: venció a la morenista Claudia Delgadillo con cinco puntos de diferencia y de nada sirvieron las críticas de ella, de su partido y del exdirigente Mario Delgado para demeritar la contienda.
El nuevo gobernador de occidente llegará con un bagaje de experiencia, puntos de conciliación, promesas de coordinación con el mando federal y sin heredar conflictos de Alfaro.
O sea, nada de aceptar agendas ajenas, como sucede en Palacio Nacional.
Y 2.- Ayer dimos el avance sobre más recompensas a los Yunes, Miguel Ángel padre y Miguel Ángel hijo, por haber dado el voto senatorial decisivo al gobierno para la reforma judicial.
La entrega de candidaturas a sus incondicionales ha generado muchas reservas en el oficialismo y tal oposición puede traducirse en desinterés por participar en la elección de los 212 municipios veracruzanos en junio próximo.
Daremos mayor información.
@urenajose1