Árbol de navidad
Foto: Pixabay. En vísperas de la Navidad, la elección del árbol navideño es una elección fundamental, y hay que decidir entre uno natural o uno artificial.  

Cada año que transcurre entre celebración y celebración implica nuevos elementos de decoración; sin embargo, uno que forma parte elemental de las fiestas decembrinas es, sin dudarlo, el árbol de Navidad. Y pese a que con el paso de los siglos hemos sustituido los frutos (manzanas) y las obleas por las luces, esferas y ornamentas, existe una disyuntiva que cada año resurge y hace dudar a las familias que desean poner su árbol navideño: ¿es mejor uno artificial o uno natural?

Antes de responder la pregunta principal, vale la pena repasar la historia de este elemento de decoración que representa una parte fundamental no sólo de los adornos navideños, sino de la historia, pues los orígenes son tan variados como tipos de árboles y ornamentas hay.

¿CUÁL ES EL ORIGEN DEL ÁRBOL DE NAVIDAD?

De entre los vastos registros, escritos por historiadores, publicaciones eclesiásticas o historias populares que han trascendido a lo largo del tiempo, valdría destacar lo dicho por David Bertaina, lo hallado en el documento de la Iglesia de Dios Restaurada y lo hecho por San Bonifacio, aunque el especialista en historia de la religión señale que las conexiones son inexistentes.

El académico de la Universidad de Illinois Springfield señala que los árboles, tal como los conocemos, devinieron en tal tomando como inspiración los antiguos árboles del paraíso que servían como elementos de producción de obras de teatro medievales. Entonces representaban la historia-origen de Adán y Eva, específicamente su día en el calendario litúrgico de la Iglesia Católica.

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Por su parte, la Iglesia de Dios Restaurada señala que fue un descubrimiento de los primeros cristianos que llegaron a Europa y hallaronse con que los habitantes celebraban el nacimiento de Frey, dios de la mitología nórdica, adornando un árbol en una fecha cercana a la Navidad. El mismo Bertaina apunta que este árbol representa al “árbol del universo“, en el que Asgard, el Valhalla y el Helheim tenían su lugar; sin embargo, el historiador niega que este sea el origen, pues se trata de un mito decimonónico.

Finalmente, la hazaña feral de San Bonifacio, de quien se dice cortó un árbol de roble con un hacha consagrado Thor, “y en su lugar plantó un pino, que por ser perenne simbolizó al amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas”. Pese a ello, David Bertaina afirma una vez más que no hay fuentes originales que vinculen a esta historia con la Navidad.

¿ES MEJOR UN ÁRBO ARTIFICIAL O UNO NATURAL?

La elección de un árbol artificial o natural se sustentará según los intereses individuales o familiares: ¿qué es mejor para el entorno?, ¿cuál es menos costoso?, ¿contamina más uno u otro?, ¿no daña al medio ambiente tener que talar un árbol?

Un reportaje publicado por National Geographic, que cuenta con información del British Carbon Trust y la National Christmas Tree Association de EU, infiere que la mejor opción es un árbol natural, aunque la mayoría de los que elija la población sean los artificiales.

¿Por qué es mejor? De entrada, por el “coste medioambiental“, pues señalan que los árboles navideños artificiales superan las emisiones de gases efecto invernadero y el espacio que ocupan en los basureros. Además, estos son fabricados a partir de plástico PVC, que es un derivado del petróleo. En suma, todo el proceso de fabricación y transporte, que incluye la quema de carbón y uso de motores de diésel, termina por contribuir al daño medioambiental.

Por el contrario, pese a que los árboles naturales no están sujetos a ser reciclables en el cien por ciento de las ocasiones, cada vez hay más organizaciones a lo largo del mundo que instan al reciclaje, para evitar así la tala descontrolada.

Dicho lo anterior, la elección termina por ser individual. Sin embargo, es también decisión personal elegir u optar por algo que sea benéfico (o no) para el planeta, en aras de la crisis ambiental que aqueja al planeta desde hace muchos años y sigue acelerándose.

DG