El país andino renovó 38 autoridades judiciales, un proceso único en el mundo, el cual estuvo marcado por el desánimo
Foto: Especia | El país andino renovó 38 autoridades judiciales, un proceso único en el mundo, el cual estuvo marcado por el desánimo  

En un contexto de creciente desconfianza y polarización política, Bolivia celebró sus terceras elecciones judiciales, un proceso destinado a renovar 38 autoridades del órgano judicial a través del voto popular. Sin embargo, este proceso electoral se vio marcado por diversos desafíos, como demoras, restricciones regionales y un clima generalizado de escepticismo.

Más de 7.3 millones de bolivianos fueron convocados a las urnas en una elección inicialmente programada para 2023. Según Óscar Hassenteufel, presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), el sufragio fue suspendido en algunas regiones debido a impugnaciones contra los candidatos preseleccionados.

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México y Bolivia

Esta fue la tercera ocasión en que Bolivia lleva a cabo elecciones judiciales, lo que lo convierte en el único país del mundo que elige a sus altos magistrados por sufragio popular, aunque México implementará un modelo similar en 2025.

En este contexto, una delegación mexicana compuesta por miembros del Instituto Nacional Electoral (INE) y del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) estuvo presente. Entre los delegados se encontraban Rita Bell, Jorge Montaño, Uuc-kib Espadas, Norma Angélica Sandoval y Jorge Mata.

Durante su discurso inaugural, Hassenteufel extendió su agradecimiento a “la frondosa delegación mexicana”. Además, la Organización de los Estados Americanos (OEA) también participó en la supervisión del proceso.

El TSE informó que las elecciones transcurrieron sin mayores incidentes, aunque la participación ciudadana estuvo marcada por el desconocimiento y el desánimo. Muchos votantes expresaron su desconcierto por la falta de información sobre los candidatos, al calificar el proceso como una “votación a ciegas”. 

Con los resultados definitivos previstos para mediados de semana, estas elecciones dejan en evidencia los retos de un sistema judicial profundamente cuestionado. Una encuesta de la consultora Ipsos reveló que el 85 por ciento de la población tiene poca o nula confianza en el sistema de justicia.