NUEVA YORK. Millones de personas desde Maine hasta las Carolinas se despertaron ayer, martes sin electricidad, junto a una inquietantemente tranquila ciudad de Nueva York cerrada en todas sus vías de transporte, tanto terrestres como aéreas a causa del huracán Sandy.
La cifra de muertos hasta el momento había aumentado a 38 en la costa este de EU, muchas de las víctimas murieron por la caída de árboles.
En Nueva Jersey, donde la tormenta tocó tierra la noche del lunes, los oficiales de policía y bomberos, algunos de ellos con sus propios departamentos inundados, se desplegaron para rescatar a cientos de personas.
“Estamos en medio de las labores de rescate. Nuestros equipos se están moviendo tan rápido como les es posible”, dijo el gobernador de Nueva Jersey Chris Christie. “La devastación en la costa de Jersey es una de las peores que he visto. El costo de la tormenta es incalculable en este momento.” mientras que su homólogo de Nueva York, Andrew Cuomo, y el alcalde de la Gran Manzana, Michael Bloomberg, hablaron de “catástrofe”.
Al menos 8,2 millones de personas quedaron sin electricidad. Las aerolíneas cancelaron más de 15 mil vuelos provenientes de todo el mundo. Los aeropuertos internacionales J.F. Kennedy y de Newark reabrirán hoy, mientras que La Guardia permanecerá cerrado debido a las inundaciones en sus pistas.
Un gran incendio destruyó al menos 100 casas en un barrio inundado en el barrio de Queens el martes, obligando a los bomberos a realizar audaces rescates. Tres personas resultaron heridas
Con el agua estancada en siete túneles subterráneos debajo del East River, el alcalde de Nueva York Michael Bloomberg dijo que no estaba claro cuando el sistema de transporte más grande de la nación volvería a ponerse en marcha. El subterráneo se cerró la noche del domingo antes de la tormenta. El metro no podrá abrir en unos cinco días, ya que muchos de sus túneles están anegados, si bien algunos autobuses comenzarán a operar ayer por la tarde, gratuitamente.
Joseph Lhota, presidente de la Autoridad Metropolitana de Transporte regional, dijo que el daño fue lo peor en los108 años de vida del metro de Nueva York.
La región de Nueva York lucha por recuperar la normalidad tras la catástrofe que causó el paso de “Sandy”.
Casi cuatro millones de abonados de los estados de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut siguen sin electricidad, en algunas zonas no hay teléfono (los cables de ambos servicios fueron derribados por ramas o árboles caídos) e incluso ni agua potable.
En una zona costera llena de ríos, islas, estrechos y canales, y con centenares de miles de viviendas construidas en zonas bajas o junto a las playas, la subida récord de las aguas tuvo las consecuencias destructivas que los meteorólogos y autoridades venían advirtiendo.
El daño más espectacular en la ciudad fue el incendio que calcinó totalmente unas cien viviendas de Breezy Point, en el barrio de Queens. Una zona que un residente comparó con Hiroshima tras la caída de la primera bomba atómica.
Hoy se reanudó el tránsito por los puentes, cerrados el lunes por los fuertes vientos, mientras que varios túneles siguen vetados al tráfico por las inundaciones.
Los barrios neoyorquinos de Manhattan y Brooklyn volverán a tener electricidad dentro de cuatro días, si bien tardarán “al menos una semana” en restablecer por completo el servicio a todas las áreas afectadas, según reconoció la compañía Con Edison.
La bolsa de Nueva York volverá a abrir con normalidad mañana, y lo mismo se espera de las sedes de algunas importantes empresas, pero las 1.700 escuelas públicas de la ciudad, que tienen 1,1 millones de estudiantes, seguirán cerradas por tercer día consecutivo.
El gobernador del estado de Nueva York, Mario Cuomo, pidió hoy rediseñar la infraestructura de la ciudad “de forma inteligente” para afrontar mejor los desastres meteorológicos cada vez más frecuentes por el cambio climático.
“No podemos seguir negando la realidad” del cambio climático, afirmó el gobernador, quien recalcó que “tenemos ‘inundaciones del siglo’ cada dos años”, en referencia al huracán “Irene”, que golpeó la ciudad en agosto del año pasado.
“Esta ciudad no puede soportar este ritmo” de tormentas graves, insistió Cuomo.
La cifra de muertos aumentó rápidamente a 38, y se incluyeron 17 víctimas en el Estado de Nueva York – 10 de ellos en Nueva York – junto con cinco muertos en Pensilvania y cuatro en Nueva Jersey. AGENCIAS