Las regiones noroccidente, nororiente y occidente del país presentan un incremento y alta prevalencia en el consumo de drogas ilícitas, pero también registran los índices más altos de delitos contra la salud, que incluyen la posesión, producción y tráfico de estupefacientes.

 

La Encuesta Nacional de Adicciones 2011, elaborada por la Secretaría de Salud dividió al país en ocho regiones. Según esta caracterización, los estados de Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y Sonora (región noroccidental) tienen la prevalencia más alta a nivel nacional en el consumo de drogas, con 2.8% de la población de 12 a 65 años.

 

En esa misma región del país se reportaron 14 mil 321 casos de delitos contra la salud, de los cuales nueve mil 500 correspondieron exclusivamente al estado de Baja California, según las cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP).

 

En Nuevo León, Tamaulipas y San Luis Potosí (zona nororiental), que ocupan el segundo lugar en consumo de sustancias ilegales a nivel nacional tuvieron apenas dos mil 698 casos de narcomenudeo o narcotráfico; aunque en el caso de Nuevo León registró más de dos mil homicidios dolosos en ese lapso, ubicándose en el tercer sitio a nivel nacional.

 

“En el norte tradicionalmente ha habido una propensión al uso de drogas, en comparación con el resto del país. Hay una mayor aceptación de las drogas, hay una mayor familiarización de la sociedad con las drogas por la situación que viven y han vivido siempre.

 

“Es algo común, sobre todo en la secundaria. Si alguien es un narcotraficante, está involucrado con drogas o trabaja en la narcoeconomía es una persona que no es mal vista para ellos. Estar tan cerca del crimen organizado hace que ellos no lo vean como una actividad tan mala, tan ilegal”, afirmó Alberto Islas, especialista en seguridad de la consultoría Risk Evaluation.

 

En cuanto a los estados de Aguascalientes, Zacatecas, Jalisco, Colima y Nayarit (zona occidental), la ENA muestra que el consumo de drogas casi se duplicó al pasar de 0.9% a 1.5% en tres años.

 

Según datos del SNSP, estas entidades registraron 12 mil averiguaciones por delitos contra la salud, 11 mil de éstas en Jalisco.

 

Islas recordó que el crimen organizado recién incursionó en Colima y Jalisco; los cárteles de Jalisco Nueva Generación y del Pacífico Sur -de Héctor Beltrán Leyva-, así como los Zetas llegaron hace tres años a disputarse esta zona con el cartel del Pacífico, que tiene presencia en el país con más adictos y más delitos.

 

Esto llevó a la multiplicación de centros de narcomenudeo y mayor disponibilidad de drogas, sobre todo para los adolescentes, dijo el especialista.

 

La ENA destaca el incremento en el consumo de sustancias ilegales en menores de 12 a 17 años en el occidente, noroccidente y nororiente del país, principalmente Tamaulipas, Nuevo León y San Luis Potosí, en donde las drogas de impacto por las cuales los jóvenes van a rehabilitación son la heroína, cocaína, cristal y crack, además de la mariguana y el alcohol.

 

Islas aseguró que la situación económica no es un factor que incida en el nivel de consumo, pues las drogas se abarataron y son más accesibles. Además estas zonas producen la mayoría de las drogas sintéticas o son camino para su distribución en el país y Estados Unidos.