La determinación de posiciones de la Presidenta de México, frente a todas las intervenciones públicas y privadas, marca el estilo de la contundencia de la que algunos no creían capaz de protagonizar. Difícil tarea la de la Presidenta de México tener que responder a temas que cualquier otro mandatario del mundo puede darse el lujo de no tocar.
Pero en México, como en pocos países del mundo, los medios de información se convirtieron en partidos políticos de oposición y sus trabajadores, reporteros y columnistas en activistas conservadores que lanzan misiles de desestabilización disfrazados de preguntas.
Es precisamente en la voz de los medios donde se fortalece la oposición y no en el Congreso y no puede prohibirse el paso a nadie, porque hay absoluta libertad de expresión. Así, algunos periodistas son una especie de caja de resonancia de la oposición por el simple hecho de preguntar a la Presidenta su opinión sobre alguna declaración, que muchas veces carece de trascendencia.
Cada país tiene un proyecto de acción que se basa en sus posibilidades de impulsar soluciones a sus conflictos. Trump irrumpe en las condiciones de sus socios para intentar cambiar un proyecto, como una manera de tener injerencia en un país que le es ajeno.
Así, con esa dirección firme pudo negociar Claudia Sheinbaum, de igual a igual con Trump, el aplazamiento de la imposición de aranceles del 25 por ciento a los productos mexicanos. Decisión a todas luces ilegal puesto que hay un tratado que define los porcentajes.
Pero la razón tiene más contundencia que la fuerza, y en una conferencia matutina la Presidenta de México mostró el origen de que intente el nuevo presidente del vecino país calificar de terrorista a los miembros del crimen organizado, y todo está muy claro por la razón de que si hay un ex funcionario público preso en Estados Unidos es del pasado, panista, es decir de la actual oposición e implica a los dos sexenios de ese partido cuando ocupó la Presidencia.
Así, la habilidad de Claudia Sheinbaum le hizo caer en su propia trampa: si en la actualidad existe complicidad entre las autoridades y el crimen organizado, entonces quiere decir que Donald Trump sí negocia con delincuentes puesto que platicó con la Presidenta y llegaron a acuerdos, más allá del tema de los aranceles. Esto quiere decir que para Trump, no hay complicidad en el gobierno con los narcos, de otra manera no hubiera platicado con nuestra Presidenta.
La Presidenta dejó claro que la complicidad que marca la sentencia de Genaro García Luna acabó en México y que debe detener Trump la intención de colocar en un lugar que no le corresponde a los narcotraficantes y siga por otro lado sum lucha con un terrorismo que no han podido detener ni en su propio territorio como lo demostró el atentado a las Torres Gemelas.
Las suposiciones y amenazas de Trump le hacen a México lo que el viento a Juárez, dentro y fuera de Estados Unidos porque desde su llegada el peso se ha fortalecido y, por si fuera poco, la caída diaria de la Bolsa de Valores de Estados Unidos ha llevado a la quiebra a varias empresas.
El gran blindaje de la Presidenta de México su apoyo popular que este martes 4 de febrero llegó al 81 por ciento. Muy superior a cualquier porcentaje logrado por su antecesor.
En este escenario la presidenta expresa una postura firme tanto que en la celebración del aniversario de la Constitución mexicana dejó afuera al Poder Judicial, específicamente a la todavía presidenta de la Suprema Corte de Justicia, Norma Piña. Ahí también los reporteros provocadores y activistas cuestionaron el aparente desaire y contentó con claridad “Somos republicanos y respetuosos, pero también exigimos respeto”.
Los magistrados que se van nunca respetaron la Constitución sería una burla para el pueblo de México que celebren lo que para esos personajes siempre fue letra muerta.
El estilo de gobernar de Claudia Sheinbaum sólo sorprendió a quienes no la consideraron capaz de lograr triunfos políticos, hasta la oposición en México parece extraviada, y critica detalles sin importancia ante la impotencia de no encontrar conflicto que no pueda solucionar la mandataria.
Es precisamente en este extravío donde, sin importarle la traición a su nación, apoya como su líder al agresor que amenaza todo el tiempo al mundo para convencerse de que sigue siendo poderoso. No se ha dado cuenta que el poder cambió de manos.
PEGA Y CORRE.- Entre sus alardes de regresar al esclavismo y su tendencia por identificarse con el agresor, es decir, con el delincuente, el presidente del vecino país del norte, sacó a Estados Unidos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, organismo que ha servido para evitar torturas, desapariciones y muertes alrededor del mundo…Esta columna se publica los lunes, miércoles y viernes