J.D. Vance manifestó su apoyo a la organización de ultraderecha en Berlín, la cual se ubica en segundo lugar
Foto: AFP | J.D. Vance manifestó su apoyo a la organización de ultraderecha en Berlín, la cual se ubica en segundo lugar  

Unas 38 mil personas, según las autoridades alemanas, tomaron las calles de Berlín para rechazar la posibilidad de que el partido político, Alternativa para Alemania (AfD), gane influencia en el gobierno, horas después de que el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance pidió apoyo para la organización de ultraderecha.

Bajo la consigna "Mano con mano, somos los apagafuegos", la protesta denunció el fin del "cordón sanitario" que los partidos tradicionales mantuvieron desde la Segunda Guerra Mundial para evitar alianzas con la extrema derecha. Recientemente, los conservadores rompieron ese pacto al acercarse a la AfD en el Parlamento.

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Las encuestas previas a las elecciones del 23 de febrero muestran a la AfD con un 20-21 por ciento de intención de voto, por lo que se coloca como la segunda fuerza tras la oposición conservadora (30-32 por ciento) y superando al socialdemócrata SPD, que ronda el 15 por ciento.

Por su parte, el vicepresidente estadounidense generó controversia el viernes en la Conferencia de Seguridad de Múnich al instar a los partidos alemanes, especialmente a la derecha tradicional, a dejar de marginar a la AfD. Sus palabras avivaron el temor de que la extrema derecha gane más legitimidad en el espectro político europeo.

Memoria y enfrentamientos

Durante la manifestación en Berlín, se guardó un minuto de silencio por una madre y su hija fallecidas en un ataque con auto en Múnich. En el sitio del incidente, una cadena humana de activistas impidió el acceso de políticos de la AfD al memorial, lo cual generó tensión y enfrentamientos verbales.

El diputado de la organización de ultraderecha, Wolfgang Wiehle, intentó depositar una rosa en el santuario, pero fue bloqueado por manifestantes que lo llamaron “nazi” y corearon la consigna "refugiados bienvenidos", con el objeto de silenciar una conferencia de prensa que criticó la migración. La policía, aunque instó a permitir el acceso del legislador, evitó intervenir por respeto al lugar.

La polarización política en Alemania se intensifica a medida que se acercan las elecciones, con la AfD en ascenso y un electorado movilizado en su contra más de Berlín. La tensión crece en un país que enfrenta una encrucijada política decisiva. 

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