En el 196 aniversario luctuoso, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, resaltó el papel de Josefa Ortiz Téllez-Girón, madre de la patria, independentista.
A ella se le atribuye la frase: “No se debe premiar a quien sirve a la Patria, sino castigar a quien se sirve de ella”, refirió la primera mandataria en sus redes sociales donde publicó un video con la breve historia de María Josefa Hortensia Ortiz Téllez Girón a quien califica como una mujer de convicciones propias que luchó por hacer una nación justa, libre e igualitaria.
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Nació el 19 de abril de 1773 en una familia criolla y quedó huérfana muy joven. Estudió en el Colegio de las Vizcaínas, una de las pocas instituciones para la instrucción de mujeres.
En 1793 contrajo matrimonio con el abogado Miguel Domínguez con quien tuvo 14 hijos. En 1802 Miguel Domínguez fue nombrado corregidor de Querétaro.
El video publicado por la presidenta, refiere que Josefa se ganó la simpatía de la comunidad criolla, de los indios y de los mestizos haciendo obras de caridad y protección a favor de los desvalidos, los viudos, los huérfanos.
Luego de la invasión napoleónica en España, en 1808 en la Nueva España, se comenzaron a formar grupos de criollos que querían la soberanía del pueblo.
“Josefa organizaba veladas literarias cuyo objetivo era construir un plan de insurrección a las que acudieron Miguel Hidalgo, Ignacio Allende y Juan Aldama así como los hermanos Epigmenio y Emeterio González”.
Además de organizar reuniones participó activamente informando cualquier noticia y haciendo llegar de manera segura comunicados y correos entre los conjurados.
La labor de Josefa Ortiz
Descubierta la conspiración, Josefa lo informó a Allende que se encontraba en San Miguel el Grande. Ella fue detenida el 15 de septiembre en la víspera del inicio de la lucha de independencia encabezada por Miguel Hidalgo en Dolores y fue liberada.
En 1913 fue presa, nuevamente y llevada al convento de Santa Teresa en la Ciudad de México con su última hija en brazos. Ahí escribió al virrey: “Ignoro cuáles sean mis delitos que han merecido semejante castigo. Yo estoy bien segura de que serán los que hayan forjado mis enemigos, enemigos de la paz”. Estuvo recluida hasta junio de 1817.
Tras la consumación de la independencia y el ascenso de Iturbide como emperador de México, Josefa rechazó formar parte de la corte imperial por considerar que iba en contra de sus principios.
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Una vez instaurada la República, Josefa mantuvo relación con los principales actores políticos y rechazó recibir alguna recompensa por su papel en la lucha de la independencia.
“Forjadora de una conciencia libertaria contra la opresión, a favor de la formación de un gobierno representativo y justo, murió el 2 de marzo de 1829”.
