La relación entre México y Estados Unidos ha estado marcada por desafíos diplomáticos y económicos. Sin embargo, hoy nos enfrentamos a una hostilidad nunca vista. Como muestra, la amenaza arancelaria de Donald Trump, quien, fiel a su retórica, decidió poner nuevamente en la mira a nuestro país y a otras naciones, como China y Canadá.
Ante esta situación, la Presidenta Claudia Sheinbaum ha demostrado, con temple y claridad, que gobernar significa escuchar al pueblo y actuar con prudencia. Y es que no es la primera vez que Trump recurre a tales tácticas. Desde su primer mandato, insiste en responsabilizar a México de losproblemas internos de su país, utilizando a la migración y al narcotráfico como excusas para justificar sus políticas proteccionistas y xenófobas.
Ahora, nuestra mandataria ha optado por una estrategia visionaria e inteligente: reunir al pueblo para tomar decisiones en unidad. Esta convocatoria es un hecho inédito en la política nacional y un reflejo de su profunda convicción democrática. No se trata sólo de una postura simbólica, sino de una reafirmación del principio fundamental de que el poder radica en el pueblo.
Frente a una amenaza externa que afecta directamente anuestra economía, nuestra industria y nuestras familias, la Presidenta decidió actuar con serenidad y firmeza, priorizando el diálogo, pero sin renunciar a la defensa de lasoberanía. Esta actitud refleja un cambio profundo en la manera de gobernar: ya no desde la imposición, sino desde la construcción de consensos.
Mientras otros países respondieron con represalias inmediatas a medidas similares, México decidió cerrar filas y analizar de manera conjunta las acciones por seguir. De estemodo, la respuesta no será improvisada ni reactiva, sino resultado de un proceso de reflexión colectiva.
Esto demuestra una gobernanza que prioriza la consulta ciudadana, la transparencia y la responsabilidad en la toma de decisiones. México no permitirá que su destino sea determinado por intereses ajenos.
Al convocar a la ciudadanía al Zócalo, la Jefa del Ejecutivo reafirma su compromiso con la democracia participativa, pero además envía un mensaje claro a nivel internacional: México es un país libre, soberano y digno. No aceptaremos decisiones unilaterales. Por ello, es momento de que las y los mexicanos, así como todos los actores políticos,comprendamos la importancia de la unidad.
A lo largo de su historia, nuestro pueblo ha demostrado que sabe resistir y decidir. Este domingo 9 de marzo, una vez más, tomaremos juntas y juntos el destino en nuestras manos, porque a México se le respeta, y porque sólo en unidad construiremos un futuro próspero y justo para todas y todos. Con unión, inteligencia y firmeza, demostraremos que la soberanía nacional no se negocia.
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