Los hechos lamentables de la semana pasada en Guadalajara, van más allá del ajuste de cuentas entre grupos del crimen organizado y una lucha por la “plaza”. Este argumento tan trillado del gobierno federal es erróneo. El crimen organizado no esta disputando una plaza, esta compitiendo con sangre el mercado de producción de metanfetaminas y drogas sintéticas que se fabrican en la región.

 

Las metanfetaminas y drogas sintéticas, se producen con derivados de la planta de efedra y otros componentes, que mediante un proceso químico producen efectos similares a la cocaína pero con una duración de 8 a 12 horas en contraste con las 2 horas que puede durar una línea de coca. A su vez las drogas sintéticas pueden ser tomadas en forma de pastilla, líquido, inhaladas e inyectadas; lo cual facilita su transporte y combinación con el alcohol.

 

El efecto prolongado, su presentación y su asociación a la moda en los 90 hizo que las drogas sintéticas desplazaran a la cocaína al final de la década. Además su producción podría ser elaborada con medicinas legales al alcance de la población. No fue hasta el 2002 que a través de las Naciones Unidas se empezó a controlar y prohibir parte de estas sustancias químicas que tienen un uso medicinal restringido pero legal. Sin embargo, el crimen organizado empezó a concentrar la producción ilegal para surtir los mercados de EU y Europa.

 

En México en 1997, los hermanos Amezcua y los Arellano Félix inician la producción a gran escala con procesos industriales para elaborar metanfetaminas en Tijuana y Zapopan. Ellos importaban de India y Pakistán los precursores químicos y elaboraban las drogas en México. Su éxito fue tal que en menos de 10 años desplazaron a las mafias rusas del mercado.

 

Jalisco junta características clave para la producción de metanfetaminas. Estos son ubicación geográfica, infraestructura logística, facilidad para adquirir insumos y el capital humano para producir la droga.

 

Guadalajara se encuentra a 120 kilómetros del puerto de Manzanillo donde el volumen de contenedores facilita la importación de la materia prima sin ser detectada. A su vez el aeropuerto de la ciudad es el segundo en cuanto a importación de carga al país. En este aeropuerto se han registrado decomisos de hasta 1.5 toneladas de pseudoefedrina. Tanto el puerto como aeropuerto no tienen los controles suficientes para detectar estas sustancias ilícitas, y el poco equipo que sirve para realizar estas operaciones de fiscalización esta dañado por un uso inadecuado, como lo reportó un informe del Congreso de EU sobre los avances de la iniciativa Mérida.

 

La infraestructura de logística permite a que un cargamento de producto terminado en Zapopan llegue a Mexicali en menos de 24 horas. El cual es el punto de entrada más grande de droga sintética de acuerdo a la DEA.

 

La industria farmacéutica y producción de artículos de belleza siempre han tenido una presencia en la zona metropolitana de Guadalajara y esto facilitó el desarrollo de estos laboratorios, ya que el comprar insumos y aparatos para la producción a gran escala de drogas no llamaría la atención.  A su vez el uso dual de muchos de estos ingredientes facilitaron la producción de metanfetaminas.

 

Una variable clave para todo este proceso es el factor humano. A diferencia de otras drogas como la cocaína, marihuana y heroína, el proceso de transformación es más complicado y se necesita de ingenieros químicos y laboratorista que puedan realizar estas tareas. Con ofertas salariales de $13,000 pesos en promedio para un joven universitario, la tentación, impunidad y falta de cultura de la legalidad facilitan que varios de estos nuevos profesionistas, así como empresarios trabajen para el crimen organizado. El sector profesional y empresarial de Guadalajara abrió las puertas al crimen organizado, para convertirse en la capital del mundo de metanfetaminas.

 

El gobierno del presidente Calderón realizó un esfuerzo para restringir la entrada de precursores químicos para la elaboración de droga sintética a México, después de la captura de Zhenli Ye Gon. Hubo una disminución del 2006 al 2008 en la producción y exportación de esta droga hacia EU, pero la falta de elaboración de políticas públicas y una coordinación entre las aduanas, la Secretaría de Salud  y la Procuraduría General de la Republica tuvo como resultado que hoy México maquile el 80% de las metanfetaminas y el 60% de la droga sintética que se consume en los Estados Unidos.

 

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