El tema de las desapariciones se ha vuelto recurrente en el cine y Arillo de Hombre Muerto, de Alejandro Gerber, se adentra en ello desde una perspectiva íntima y cruda: la de una mujer que, más allá de la tragedia, enfrenta la indiferencia de la sociedad al haber perdido a su esposo.
En conferencia de prensa, el cineasta enfatizó que su película no pretende construir una épica de justicia ni denuncia política directa, sino explorar la manera en que la violencia se ha normalizado en el país y cómo la sociedad responde o no a ello.
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“Me parece que muchas veces le exigimos a las víctimas un comportamiento impecable y perfecto. Tenemos esta idea estereotípica de esta figura, y si algún aspecto de su vida es cuestionable, la sociedad como ente colectivo la culpa de lo que le pasó”, explicó Gerber, pues en la trama se descubre una infidelidad del desaparecido hacia su esposa.
“También existe la exigencia de que sean heroicas (las víctimas), de que encuentren la verdad, la solución, de que enfrenten al crimen y al Estado, cuando en realidad están completamente solas”, destacó.
Lineal delgada entre la Realidad

El director sostuvo que la película no se basa en casos documentados de desaparición en el metro de la Ciudad de México, aunque sí hubo colaboración con las autoridades para filmar dentro del sistema de transporte colectivo.
“Tuvimos muchísimo diálogo. Hubo una gran disposición por parte de las autoridades del Metro para permitirnos rodar ahí, lo que fue clave para la autenticidad del filme”, detalló.
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De hecho, la protagonista, Adriana Paz, recibió entrenamiento para conducir un tren, lo que aportó mayor realismo a su interpretación.

La película, que se desarrolla en blanco y negro, también plantea una reflexión sobre la forma en que el cine y los medios representan la realidad.
Gerber comentó que hoy en día el público tiene una relación compleja con el realismo en pantalla, pues verifica constantemente la información con su propia realidad
“Es un espectador muy informado, muy crítico, al que le cuesta entrar en las historias porque vivimos rodeados de contenidos fragmentados”.
La sociedad apática

En ese sentido decidió que el metro era un buen escenario, pues conjunta a mucha gente, “pero no existe una cuestión de empatía real con el otro, simplemente se comparte un viaje”, el cual el personaje de Adriana Paz conduce día a día en el metro.
Además de cuestionar la indolencia social, la cinta pone en evidencia la forma en que los medios expropian los rostros de las víctimas y los convierten en banderas.
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“Cada vez que participamos en el linchamiento de una persona en redes sociales, estamos cayendo en lo mismo. Es un acto de profunda deshumanización”, advirtió el director.
Arillo de Hombre Muerto se estrena este viernes en salas de cine de México.
¿Qué significa el título?
Gerber encontró que Arillo de Hombre Muerto es el nombre de un dispositivo de seguridad integrado en las cabinas de conducción del Metro, el cual es presionado por los conductores todo el tiempo y que al de dejar de sentir presión indicaría el desvanecimiento de éste a las estaciones.
Arillo de hombre muerto.
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Reportero de la sección Vida+ en Diario 24 Horas. Especializado en temas de cultura y entretenimiento con intereses relacionados principalmente a la música y el cine.