Naciones Unidas advirtió que los suministros de ayuda humanitaria en la Franja de Gaza se están agotando "muy rápido". Esto ocurrió después de que Israel detuviera los envíos hace once días.
Además, desconectó la única línea eléctrica que abastece la principal planta desalinizadora del territorio.
Israel implementó el bloqueo como parte de su estrategia para presionar a Hamás en las negociaciones de la segunda fase del acuerdo de tregua, mediado por Estados Unidos, Catar y Egipto.
Desde el alto el fuego del 19 de enero, la ONU había logrado avanzar en la entrega de alimentos, medicinas y la reactivación de hospitales dañados. Sin embargo, la interrupción de suministros ha revertido esos avances.
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"Once días ya son demasiados para impedir que la ayuda llegue a los civiles que tanto la necesitan", declaró Tom Fletcher, jefe de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA). La organización comenzó a racionar las reservas disponibles para prolongar su duración. "El hecho de que no llegue combustible significa que se están apagando las incubadoras", advirtió, al señalar la crisis humanitaria.
La tregua, iniciada el 19 de enero, permitió la liberación de 33 rehenes israelíes, entre ellos ocho fallecidos, y la excarcelación de mil 800 palestinos. Sin embargo, las negociaciones para una segunda fase se encuentran estancadas. Hamás exige un alto el fuego permanente, la retirada total de Israel de Gaza y la liberación de los últimos rehenes. Israel, en cambio, busca prolongar la primera fase hasta abril y condiciona la segunda a la desmilitarización del territorio y la salida de Hamás.
Mientras tanto, la violencia en Cisjordania continúa. El ejército israelí lleva a cabo operaciones contra grupos armados palestinos, lo que causó decenas de muertos y el desplazamiento de 40 mil personas de campos de refugiados. En las últimas horas, fuerzas israelíes detuvieron a 12 personas en Qabatiya.
